La receta de esta salsa la vi en una revista de estas del corazón que suelo leer mucho últimamente, la zona de recetas, entiéndase. Y a medida que la iba leyendo... mmm esto tiene que estar bueno a narices, pensaba yo haciendo uso de mi séptimo sentido. Y dicho y hecho. Rápidamente me puse manos a la obra con ella, y rica rica, os lo digo.
Me hice unos nuggets de pollo rebozados con panko y ahí estaba la salsa para mojarlos! Con un sabor a ajo muy suave tal y como indica su nombre. Y también la he probado sobre unos mejillones con un poco de sofrito y pan rallado al horno con una cucharadita de esta salsa. Realmente deliciosa.
Usos: Carnes | Pescados | Mariscos | Dip |
Ingredientes
1 cabeza de ajos. (10 dientes de ajo aproximadamente)
200 mililitros de nata (crema de leche) líquida. (18% materia grasa)
50 mililitros de vino blanco.
Perejil seco picado.
Sal y Pimienta negra.
PreparaciónPelamos los dientes de ajo y los cortamos a la mitad longitudinalmente.
En una cazuelita pequeña echamos los dientes de ajo pelados y los cubrimos con agua fría. Lo ponemos al fuego y llevamos a ebullición. Retiramos el agua.
Repetimos la operación. Cubrimos los ajos con agua fría y volvemos a llevar a ebullición, y retiramos el agua.
En la misma cazuela añadimos ahora el vino blanco, la nata (crema de leche), y una pizca de sal, y cocemos a fuego muy lento hasta que los ajos estén tiernos, entre 15 y 20 minutos aproximadamente. Removeremos de vez en cuando.
Trituramos con una batidora eléctrica, y volvemos a ponerlo al fuego un par de minutos para que espese un poco. No es necesario que esté muy espesa, ya que al reposar y templarse espesará un poco más.
Colamos la salsa, para evitar encontrarnos con algún trocito de ajo que no se haya triturado bien.
Añadimos pimienta negra molida al gusto, un poco de perejil seco picado, y mezclamos.
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