Los Reyes Magos este año han estado muy atinados y uno de sus regalos estrella ha sido una cocotte de Le Creuset que esperaba desde hace mucho tiempo. Tenía unas ganas locas de estrenarla, y aunque mi intención era haber preparado un plato de legumbres con ella tenía ingredientes en casa sobrantes de la Navidad que tenía que usar antes. Por lo que esta propuesta, de aprovechamiento para mi, ha sido una opción perfecta para poder estrenarla y tomar un plato sin muchas calorías.
INGREDIENTES:
2 Solomillos de pavo
100 ml. de sidra
100 ml. de caldo de pollo
1 manzana
1 cucharada de miel
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta
Romero fresco
Perejil
PREPARACIÓN:
Limpiamos los solomillos y cortamos en medallones, salpimentamos. Añadimos un fondo de aceite en la cocotte y rehogamos la carne hasta que cambie de color. Sacamos y reservamos. Aprovechamos el aceite sobrante y añadimos la manzana sin pelar, cortada en láminas. Rehogamos un poco y añadimos la miel, cuando hayan caramelizado un poco le añadimos la sidra y cocinamos durante unos cinco minutos.
Añadimos a la cocotte las pechugas de pavo y rehogamos con el caldo de pollo. Llevamos al horno precalentado a 220º y horneamos 10 minutos con la tapa puesta y otros diez minutos con la tapa quitada para que se doren un poco los medallones. Añadimos el romero y el perejil picado y servimos acompañado de una ensalada, regando la carne al servir con un poco de salsita.
La carne queda jugosa de esta forma, y con el doradito la hacemos más atractiva. En definitiva es un plato sin excesos y sin pretensiones que gustará mucho, incluso a nuestros niños.
Con esta receta os dejo esperando que tengáis un buen fin de semana.