Hoy vamos a cenar una sopita calentita para combatir el frío. Es tan fácil hacer un caldo casero!! y lo mejor es que se hace sólo, es dejarlo a su "rollo" en la olla y que vaya soltando todo su jugo.
Lo mejor de hacer caldo casero es que luego vamos a poder hacer más comidas con los restos, ya sabéis que "aquí no se tira nada".
Alguno de vosotros estará pensando en la entrada tan "chorra" que os estoy colgando hoy, pero siempre hay una primera vez para mucha gente, y seguro que hay más de uno que se orienta con esta receta. Además es muy light, no lleva nada de grasa.
El caldo de esta entrada es de pollo con verduras, como veréis pocas verduras, pero aún así sale buenísimo.Todo un clásico! Manos a la obra...
INGREDIENTES:
2 cuartos traseros de pollo
2 zanahorias grandes
1 nabo
1 cebolla grande
3 puerros
2 litros de agua
sal
1 hoja de laurel
1 cubito de caldo de pollo (para potencia el sabor)
Lo primero que haremos es quitarle la piel al pollo y lavarlo bien.
Lavamos todas las verduras. Cortamos la zanahoria, el puerro y el nabo a trozos de unos 3 dedos de ancho. La cebolla la dejamos entera.
Disponemos las verduras y el pollo en una olla bastante grande y vertemos los 2 litros de agua, la sal, la hoja de laurel y el cubito de caldo de pollo.
Tapamos la olla y la ponemos a fuego fuerte hasta que empiece a hervir. Una vez que hierva, bajamos el fuego y dejamos a fuego lento durante 1 hora y media aproximadamente.
Una vez que esté listo colamos el caldo para quitarle el poco de grasa que haya soltado y reservamos las verduras y el pollo para la receta de mañana.
Para hacer la sopa, ponemos en un cazo la cantidad de caldo que necesitemos y en el momento en que empiece a hervir le echamos los fideos (el tiempo recomendado por el fabricante) y el pollo desmenuzado. Me encanta esta sopita calentita para cenar, sobre todo los día de frío.
NOTA: también le podéis picar un huevo duro en cada plato una vez servida la sopa, le dará más consistencia(para los más comilones).