Estos platos me recuerdan a la niñez, cuando mi madre me preparaba un plato calentito cuando estaba malita en la cama, ese amor y mimos que mi madre me daba con la comida que me preparaba.
La crema que vamos a preparar hoy es una receta inglesa para celebrar, para ello nos vamos a basar en la receta que podemos encontrar la web de Zara Home, Sopa verde.
Los ingredientes que vamos a necesitar para elaborar mi versión de esta receta para seis personas son:
1 cebolla
500 g de espinacas
1 taza de guisantes
2 calabacines
500 ml de caldo
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1/2 limón
sal
pimienta
Para decorar:
aove
un manojo de eneldo
picatostes
pimienta (opcional)
Las espinacas son un alimento con alto contenido en agua, y bajo en carbohidratos y grasas, que contribuye a reducir la probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares y degenerativas. Su fibra nos ayuda a prevenir el estreñimiento, enfermedades del colon y a mantener un buen tránsito intestinal. La vitamina C de las espinacas participa en muchas de las funciones que se llevan a cabo en nuestro organismo: formación de glóbulos rojos y blancos, formación de colágeno, de huesos y de dientes.
Esta verdura de hoja verde también favorece el buen funcionamiento de nuestro sistema muscular y nervioso. Las espinacas son un alimento que contiene yodo, un nutriente esencial que promueve el correcto funcionamiento de la glándula tiroides. Esta glándula regula nuestro metabolismo. Además, podrían ayudar a reducir el riesgo de padecer enfermedades como el cáncer debido a su contenido en componentes antioxidantes.
Los guisantes que vamos a cocinar son congelados y solo necesitan 3 minutos de cocción. En caso de que sean frescos, se añadirán a la olla junto con el calabacín.
El guisante es una legumbre rica en vitaminas (C, K, A y B1), minerales (hierro, fósforo y magnesio) y contiene un índice de proteínas tres o cuatro veces superior a las hortalizas frescas y es más digestivo. Además, los guisantes tienen un alto aporte de carbohidratos cuando son frescos, con el tiempo los azúcares solubles se transforman en almidón que los hacen más dulces y agradables al paladar, como sucede con los congelados.
Al ser ricos en fibra insoluble, favorecen la reducción del colesterol, regulan los niveles de azúcar en sangre, actúa contra el estreñimiento y evita la acumulación de sustancias potencialmente cancerígenas. Mejoran el estado de ánimo gracias a la vitamina B1. Las proteinas ayudan a favorecer el desarrollo y la regeneración, por lo que es adecuado su consumo durante las épocas de crecimiento, gestación, infancia y adolescencia. También previene la anemia y es adecuado para diabéticos.
El caldo que vamos a utilizar para la cocción es caldo de verduras de esta manera será una elaboración vegetariana y vegana.
Preparación:
Pelamos y cortamos la cebolla en juliana. Lavamos y secamos bien los calabacines y cortamos en cubos. Exprimimos el limón y reservamos su zumo. Picamos el eneldo finamente y resevamos para utilizarlo a la hora de servir.
Vertemos el aceite en una olla grande que ponemos al fuego, agregamos la cebolla y rehogamos. Una vez la cebolla esté transparente agregamos las hojas de las espinacas y dejamos que se cocinen al vapor. Si tapamos la olla se harán más rápido.
Una vez las espinacas estén cocidas, añadimos el calabacín, mezclamos y dejamos que se rehogue todo durante 10 minutos.
Vertemos el caldo ya caliente y dejamos cocinar durante 10 minutos más.
Una vez que falten 3 minutos para terminar la cocción, agregamos los guisantes y mezclamos. Este es el tiempo que el fabricante indica que necsitarán los guisantes que vamos a utilizar para que se hagan bien.
Apartamos de fuego y batimos con ayuda de una batidora hasta obtener una crema homogenea. Sapimentamos al gusto y agregamos el zumo de limón para que se potencie más el sabor.
Presentación:
Servimos en platos hondos, rociamos con un chorreoncito de aove y decoramos con eneldo picado, pimienta y picatostes.
Llevamos los platos a la mesa y a disfrutar de un plato calentito lleno de nutrientes.
Bon appétit!