Un festival de sabores, colores, texturas... donde nada es lo que parece
La idea fue cobrando forma a medida que pensaba en qué plato construir que fuese sano y así, poder secundar los poderes nutricionales y saludables de las nueces de California. Enseguida me sobrevino tirar por el "lado vegano de la cocina" y jugar con los matices y texturas del fruto seco en cuestión. Había posibilidades: una boloñesa, unos canelones, unas patatas rellenas... pero cuando me acordé de los tacos de carne, había ganador. Porque el crujiente de las tortillas de maiz y de las propias nueces tenía que ser ya una explosión en la boca... Y lo es, creedme.
Así que tocaba divertirse en los fogones y jugar con las hierbas aromáticas, las verduras cocinadas y en crudo, un toque picante, y esa maravillosa mezcla de las nueces y los champiñones Portobello... Di con un resultado espectacular en todos los sentidos. Primero porque logra asemejarse perfectamente a unos "tacos de carne" corrientes y segundo porque el sabor es increíble. Una opción para el paladar vegano (y no vegano) de lo más recomendable. Un hallazgo. Un nuevo concepto. Una sorpresa culinaria que ni puedes ni debes dejar pasar, hitchcookian@...
Así que... ¡Mandiles arriba!
Ingredientes (8 tacos)
1 taza de Nueces de California
6 champiñones Portobello
3 ramas de apio
1 cebolla
2 dientes de ajo
1 pimiento rojo pequeño
Salsa de tomate (4 o 5 cucharadas)
2 cucharadas de harina de trigo
Albahaca fresca, orégano...
Sal, pimienta negra y Aceite de Oliva
Tortillas de maiz
Unas tiras de lombarda
Lechuga romana
Unos golpes de TabascoTiempo: 30 minutos
Primeros pasos
Tiramos de Thermomix o de trituradora para moler. También se puede usar batidora, y hasta de trabajo a cuchillo, pero os llevará tiempo porque debe quedar todo muy picado. Y dios quiera que vuestros dedos se mantengan intactos... Ojo a eso siempre.
Añadimos las nueces al vaso batidor y trituramos. La idea es que queden trocitos, un picado rústico. Incorporamos los Portobello en cuartos y trituramos un poco más.
Vertemos la harina, sal y pimienta negra recién molida, y mezclamos sin triturar más.
Concluido este paso, volcamos la mezcla en una sartén con 1-2 cucharadas de aceite de oliva y lo vamos a cocinar durante 15 minutos a fuego suave. Vigilantes de remover para que no se queme.
El aspecto debe evocarnos a la carne picada cocinada, se trata de eso, de engañar al ojo... NOTA: Si véis que os queda demasiado "pastoso" podéis añadir 2 o 3 nueces picadas a cuchillo para que se asemeje más a nuestro "truco".
El sofrito
Por otro lado picamos en brunoise (trocitos pequeños) el pimiento rojo, la cebolla y el apio. Ni qué decir tiene que todas las verduras deberán estar limpias como patenas.
Las vamos sofriendo en una sartén con 2 cucharadas de aceite para que se vayan ablandando. Unos 10-12 minutos. En ese momento añadimos el ajo picado y cocinamos 2 minutos más.
Añadimos la salsa de tomate al sofrito y mezclamos unos minutos. Picamos las hierbas y las añadimos igualmente. En mi caso albahaca fresca y orégano. Volcamos la "falsa carne" de nueces y champiñones en la otra sartén y removemos para integrar todos y cada uno de los ingredientes. NOTA: Aquí puedes añadir un toque picante con un poco de Tabasco al gusto...
El montaje final
Calentamos las tortillas en el horno (tal y como aconsejen los sabios fabricantes) y empezamos con el relleno. Picamos en juliana un poco de lechuga romana y la colocamos de base o cama. Por encima vertemos nuestra maravillosa mezcla.
Terminamos decorando con unas tiras de lombarda para dar crujiente extra y fresco y ya puestos, colorido a este maravilloso bocado. ¡Que aproveche, hitchcookian@s!