Como os conté en la entrada anterior (puedes leerla aquí: Coles de Bruselas gratinadas) anoche celebramos en casa el “Thanksgiving day”. Fue muy bonito, porque los niños hicieron en el cole unos corazones donde cada uno coloreaba las cosas por las que daba las gracias. Ellos me decían que lo habían coloreado todo porque estaban muy agradecidos por la familia que tenían, por sus maestros, por sus amigos, por el cariño que recibían Felipe regaló su corazón a Manu y Paloma a mí. Así, cualquiera no les da el gusto y no hace la cena especial de Acción de gracias 😉
Os conté en mi Instagram (pulsa aquí para ver mi cuenta y sígueme si te gusta) que iba a preparar la cena en dos tandas de hora y media cada una. Finalmente cumplí el plan y todo salió genial. En general me sorprendió lo rico que estaba todo, pero lo que más nos llamó la atención fue la tarta de calabaza. Había hecho antes bizcochos de calabaza, pero esta tarta, la “Pumpkin pie” estadounidense, no la había cocinado jamás. ¡Está deliciosa! Los niños la acompañaron de un poco de helado de vainilla y les encantó. Sin duda, esta receta la haré muchas más veces porque es increíblemente rica y además fácil. Además, es fácilmente veganizable y la puedes adaptar para personas intolerantes a la leche, al huevo o incluso para celíacos. Sigue leyendo y te cuento cómo.
Los ingredientes que necesitarás son:
. Una calabaza tipo cacahuete asada
. 90 g de azúcar moreno
. 65 g de azúcar blanquilla (la normal)
. 2,5 g (media cucharadita) de sal.
. 2 huevos y una yema (o un yogur de soja natural sin edulcorar para la opción vegana o sin huevo)
. 10 g de canela (dos cucharaditas)
. 5 g (una cucharadita) de jengibre
. 1 g (1/4 de cucharadita) de nuez moscada
. 1 g de clavo molido
. 1 g de cardamomo
. 2´5 g (1/2 cucharadita) de ralladura de limón
. 200 ml de nata (crema de leche) para montar (puede ser nata (crema de leche) vegetal para cocinar en la opción vegana o sin lácteos)
. Un poco de mantequilla para el molde (o margarina vegetal)
. Una lámina de hojaldre casero (pincha aquí para la receta) o comprado. En la opción vegana o sin lácteos ni huevos, sustitúyelo por 200 g de galletas veganas trituradas y mezcladas con dos cucharadas soperas de aceite de coco y otra de bebida vegetal). Tiene que quedar compactada al fondo del molde (en este caso usa uno desmoldable, como este).
1º. Asa la calabaza en el horno. Para ello, córtala por la mitad y quítale las pepitas. Ponlas boca a bajo en la bandeja del horno precalentado a 180 y añade un vaso de agua. Déjala unos 30 minutos o hasta que esté blanda (lo comprobarás al pincharla con un palo de brocheta o un cuchillo).
2º. Deja que enfríe y con ayuda de una cuchara separa la piel y quítale toda la carne. Reserva.
3º. Con ayuda de una batidora o de tu Thermomix, tritura los azúcares 10 segundo/velocidad progresiva 5 a 10. Añade al vaso todos los ingredientes, incluida la calabaza que habías reservado. Mezcla 30 segundos/velocidad 5 o hasta que logres una masa homogénea (te quedará un líquido espeso).
4º. Forra un molde previamente untado de mantequilla o margarina con la masa de hojaldre (o con la mezcla de galletas compactadas si haces la versión vegana) con cuidado de pegarlo bien tanto al fondo como a las paredes. Corta el excedente de hojaldre por los bordes.
5º. Vierte el relleno dentro del molde y llévalo al horno caliente. Hornea 220º durante 15 minutos. Después, 175º durante 40/50 minutos o hasta que pinches el centro de la tarta con un palo de brocheta y salga limpio.
Espera a que enfríe para cortar la tarta y servirla. Puedes tomarla así, tal cual (¡está deliciosa!), espolvoreada de azúcar glas, acompañada de nata (crema de leche) batida o de helado de vainilla. ¡Te va a encantar!
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