La tarta de calabaza o pastel de calabaza es un postre importado que nos ha llegado desde el otro lado del charco, desde Norteamérica. Allí es muy típico tomarlo para Halloween, Día de Acción de Gracias y Navidad. Me acuerdo durante mi estancia en EE.UU. que en los supermercados en fechas cercanas a Halloween había una invasión literal de calabazas, era algo que impresionaba.
El pastel consiste básicamente en una masa tipo hojaldre o pasta quebrada rellena de un puré de calabaza especiado (las especias que se utilizan les da un sabor increíble). Aquí en España no he visto en el supermercado las típicas latas de puré de calabaza que sí hay en EE.UU., por eso, lo haremos de forma casera. Eso sí, mi recomendación es que a la hora de hacer esta tarta os planifiquéis bien el tiempo, ya que el puré lo haremos en el Día 1, la tarta en el Día 2 y nos la comeremos en el Día 3.
Asimismo, podéis encontrar multitud de recetas de calabaza en internet, cuyas diferencias se basan en los ingredientes "adicionales". En mi caso, utilicé una masa quebrada refrigerada (ya no tenéis excusa para hacer esta tarta), en el relleno empleé leche evaporada y cubrí la superficie de la tarta con creme fraiche aromatizada, un toque fenomenal. Vamos a ello!
Ingredientes:
1 lámina de masa quebrada refrigerada
800g-1Kg de calabaza para hacer en torno a los 500 g de puré
400 g de leche evaporada
2 huevos
1 vaso de azúcar
1 cucharadita de postre de mezcla de especias (hecha con: 1 cucharada de canela, 1,5 cucharaditas de jengibre en polvo molido, 1/2 cucharadita de nuez moscada, 1/2 cucharadita de clavo molido, una pizca de pimienta negra y otra de sal).
150 -200 g de creme fraiche
1 cucharada de azúcar
1 cucharadita de vainilla líquida
Preparación y comentarios:
DÍA 1. Hacemos el puré de calabaza. Compraremos en torno a 1 Kg de calabaza, la lavaremos por fuera y cortaremos en trozos grandes. Colocaremos estos trozos desprovistos de las pepitas en una bandeja con la piel hacia arriba y meteremos en el horno a 180 ºC durante 1 h más o menos o hasta que esté blandita. Dejaremos reposar y enfriar, quitaremos la piel (se quitará fácilmente) y trituraremos la pulpa con la batidora (si nos cuesta mucho trabajo podéis ayudaros de un chorreoncito de leche). Reservamos el puré en la nevera hasta el día siguiente.
DÍA 2. Hacemos la tarta. Colocaremos la masa quebrada refrigerada en un molde de unos 20-22 cm de diámetro y meteremos al horno a 180 ºC (con calor solo por abajo) mientras que hacemos el relleno. Mezclaremos con unas varillas 500 g de puré de calabaza del día anterior, la leche evaporada, el azúcar, los huevos y la cucharadita de mezcla especias. Tiene que estar todo bien integrado y cuando lo esté sacaremos del horno la base y añadiremos el relleno. Volveremos a meter en el horno durante 1 h o algo más, dependerá del horno. La clave está en que tiene que cuajar (en el centro puede que quede un poco "blandiblue", no os preocupéis, cuajará en la nevera). Una vez que esté lista preparemos la cobertura (no apaguéis el horno todavía!!): mezclaremos la creme fraiche con la cucharada de azúcar y la vainilla, y la extendernos por toda la superficie de la tarta. Meteremos de nuevo en el horno durante 10 min. Dejaremos enfriar completamente y la meteremos en la nevera hasta el día siguiente.
Mezcla de especias: con los ingredientes que os pongo os sale para varias veces, podéis por tanto, guardarlas. Recordad que solo utilizaremos una cucharadita de la mezcla. Si no tenéis clavo molido podéis hacer lo que hice yo, machacar con el mortero 5-6 clavos y listo!
DÍA 3. Nos la comemos. Sacamos de la nevera por lo menos 1 h antes de consumirla, para que se atempere y podamos apreciar mucho mejor toda la mezcla de sabores: el contraste de la masa quebrada con el relleno, la calabaza con las especias y el toque ácido de la cobertura. !Espero que la disfrutéis tanto como yo!
¿Qué es la leche evaporada?
Muchos de vosotros ya sabéis lo que es, pero estoy seguro que otros tantos desconocen la existencia de este tipo de leche. Lo aclaramos:
Fuente
La leche evaporada es leche a la que se elimina parte del agua por evaporación. El producto que se obtiene es algo más dulce que la leche, tiene un color amarillento y es totalmente líquida. Esta leche tiene una elevada densidad de nutrientes comparados con la leche de partida. Es lógico: los nutrientes de la leche de partida están disueltos en un volumen menor, por tanto, a igualdad de volumen, mayor concentración de nutrientes.
Particularmente me gusta utilizar este tipo de leche para muchos platos, tanto para los salados (platos de pasta o quiches) como para postres, en sustitución de la nata (crema de leche) líquida. Habrá veces que por la naturaleza de la receta será mejor la nata (crema de leche) que la leche evaporada, aunque eso ya lo vais viendo y probando vosotros. Lo que quiero que os quede claro es que si bien el contenido graso de la leche evaporada es mayor que el de la leche (más del doble que la leche entera), resulta mucho más ligera que la nata (crema de leche) (más de la mitad que la nata (crema de leche) para cocinar).
Un saludín
¡Espero que te haya gustado este post! Cualquier pregunta, no dudes en dejarme un comentario aquí o en mi página de Facebook.
¡Hasta otra!
Tomás García Cayuela
Contacto: elsaberculinario@hotmail.com
Facebook: https://www.facebook.com/elsaberculinario/
Twitter: @saberculinario Youtube: Los Gourmeteros
¡Hola, bienvenid@ a mi blog! Me llamo Tomás y soy Investigador en Ciencias de la Alimentación, Blogger Gastronómico y Social Media Manager. Aquí encontrarás mucha cocina, un poquito de ciencia y un muchito de cultura gastronómica. Recuerda, ¡saber más para comer mejor!
>>> CONTENIDO RELACIONADO