Hoy traigo una tarta de cumpleaños de fresa y chocolate. La he preparado para el 50 cumpleaños de una de mis tías. Ya había visto varias tartas con ese efecto de chocolate rebosando por los bordes y me parecen muy sugerentes y apetecibles, así que aquí traigo una deliciosa.
Me he inspirado en esta receta del blog Cocina para dragones, aunque he hecho algunos cambios… Para aprovechar las yemas y las claras de los huevos he decidido hacer con las yemas una crema pastelera de chocolate, y para la cobertura utilizar las claras para preparar una crema o buttercream de merengue suizo.
Esta receta, como suele pasarme con las tartas, es bastante más elaborada que las que suelo preparar habitualmente en el blog. Sin embargo, no significa que sean muy complicadas, sólo más trabajosas y requieren más tiempo.
El resultado es muy bueno: los bizcochos quedan suaves y jugosos, la crema pastelera aporta jugosidad, un toque de sabor a chocolate y dulzor pero sin resultar empalagosa. Por último, la crema de merengue suizo, le da el toque más dulce y el chocolate de cobertura el crack crujiente que resulta delicioso al conjunto.
Tarta de fresa y chocolate
Prep: 3 horas Horno: 35-40 min Raciones: 8-10 Dificultad: Media
Ingredientes:
Bizcocho: (2 moldes redondos de 18 cm)
3 huevos L
250 gr azúcar
250 gr harina
1 sobre de levadura (1 cucharada=16 gr)
1 vaso de leche (240 ml)
½ vaso de aceite de girasol o aceite suave de oliva (120 ml)
1 cucharada vainillaRelleno (Crema pastelera de chocolate):
3 yemas (huevos L)
125 gr azúcar (5 cucharadas)
250 ml leche
40 gr maicena (2 cucharadas colmadas)
1 vaina de vainilla
2 cucharadas colmadas de chocolate puro en polvo
1-2 tiras de cascara de limón (sin la parte blanca) (opcional)Cobertura (Crema de merengue suizo):
3 claras (huevos L)
170 gr azúcar
185 gr mantequilla (temperatura ambiente)
2-3 cucharadas mermelada de fresa
Colorante alimenticio rosa en pastaCobertura (Chocolate):
100 gr chocolate negro graso
50 gr mantequilla (temperatura ambiente)Elaboración:
Bizcocho:
Precalentar el horno a 180ºC. Forrar o engrasar y enharinar dos moldes de 18 cm de diámetro o dos moldes redondos altos de 15 cm.
Separar las yemas de las claras en dos recipientes grandes. En el recipiente de las yemas, añadir el azúcar y batir bien. Luego incorporar los líquidos: la leche, el aceite y la vainilla. Tamizar y e incorporar en dos o tres veces los ingredientes secos (harina y levadura).
Por otro lado, montar las claras a punto de nieve e incorporarlas con cuidado a la mezcla de las yemas. Utilizar una espátula de silicona y movimientos envolventes para no bajar las claras.
Repartir la mezcla entre los dos moldes. Hornear con fuego abajo-arriba en posición media-baja del horno a 170ºC y durante 35-40 minutos.
Dejar enfriar 10 minutos en los moldes. Luego desmoldar y dejar enfriar completamente sobre una rejilla.
Notas:
Para hornear es preferible hacerlo sobre una rejilla y no sobre una bandeja. De ese modo el calor se reparte de forma más homogénea.
Para que a los bizcochos no les salga barriguita y así no tener que recortar y desperdiciar bizcocho se puede utilizar el siguiente truco. Cortar una toalla vieja en tiras de unos 14 cm de ancho. Luego empapar la tela en agua fría y retirar el exceso de agua (sólo hasta que no goteen). Doblar las tiras por la mitad a lo largo (para obtener una tira larga de 7 cm de ancho) y rodear los moldes con estas tiras mojadas. Sujetar los extremos con un imperdible o alfiler.
Con este truco, los bordes del bizcocho tardan más en hornearse y se obtiene un bizcocho muy plano e ideal para utilizar en tartas de varias capas. Si el tiempo de horneado supera los 40 minutos, conviene mantener húmedas las toallas con un pulverizador o sencillamente retirarlas (para que no se sequen totalmente y se quemen).
Relleno:
Del total de la leche reservar unos 100 ml en un vaso y verter lo demás (150 ml) en un cazo, junto con la leche, el cacao, el azúcar y las yemas. Batir ligeramente con unas varillas.
Nota: En la imagen falta el cacao en polvo.
Cortar la vaina de vainilla a lo largo y raspar con un cuchillo el interior para obtener los granitos que darán sabor y aroma a la crema. Añadir a la leche la parte pegajosa que hemos obtenido con el cuchillo y las vainas (que también aportarán sabor). Luego añadir la cáscara de limón.
Poner a calentar a fuego medio hasta que la leche esté a punto de hervir. Diluir en la leche que teníamos reservada la maicena. Añadir esta mezcla al caza. Mantener a fuego medio sin dejar de remover con unas varillas hasta que vaya espesando. Cuando rompa a hervir y salgan burbujas, o cuando se obtenga el espesor deseado, retirar del fuego. Apartar y desechar la cáscara de limón.
Verter la crema en un bol y cubrir con plástico transparente de cocina. El film transparente debe estar en contacto con la crema para evitar que salga nata (crema de leche). Dejar enfriar.
Notas:
La cantidad de cacao es aproximada. Yo quería que le diese un toque de sabor y color, pero tampoco quería una crema muy empalagosa o con demasiado sabor a chocolate. Si sois chocolateros podéis aumentar la dosis de cacao o incluso utilizar chocolate puro en tableta, derritiendo las onzas en la leche al principio.
Crema de merengue suizo:
Utilizar dos ollas que se puedan disponer para trabajar al baño María; una olla debe ser ligeramente más pequeña que la otra. En la olla grande poner agua. Colocar la olla pequeña sobre la grande (el agua no debe tocar la base de la olla pequeña).
Nota: En la imagen falta el colorante y la mermelada. ¡Ups!
Poner las claras y el azúcar en la olla pequeña a fuego suave. Remover continuamente con unas varillas para disolver el azúcar. Comprobar que no quedan granos de azúcar recogiendo un poco de clara de las varillas con los dedos (sin quemarnos) o utilizar un termómetro (no se deben superar los 60ºC).
Verter las claras con el azúcar a otro recipiente grande y batir las claras hasta obtener un merengue firme y duro. Cuando el merengue está listo ya debería haberse enfriado y estar a temperatura ambiente.
Añadir la mantequilla en pequeños dados (2cm aproximadamente). Esperar a que se integre cada trozo antes de añadir el siguiente. El merengue perderá firmeza y parece que se ha cortado, pero seguir batiendo y añadiendo la mantequilla.
Una vez incorporada toda la mantequilla continuar batiendo hasta que la crema vuelva a coger cuerpo y tomar firmeza. Añadir el colorante y las cucharadas de mermelada y batir hasta integrar completamente. Reservar a temperatura ambiente hasta su uso.
Notas:
La crema de merengue suizo se endurece con el frío, por eso es mejor trabajar con la crema cuando aún está a temperatura ambiente.
Esta crema se conserva perfectamente en la nevera durante una semana, por lo que se puede hacer con antelación. Para utilizarlo habrá que batir la crema durante unos minutos para que adquiera la consistencia adecuada para trabajar con ella.
Montaje de la tarta:
Nivelar los bizcochos con un cuchillo de sierra largo o lira y retirar la barriguita (si la tiene). Cortar cada bizcocho en dos capas.
Colocar la primera capa de bizcocho sobre un plato grande. Extender sobre el bizcocho una capa de crema pastelera de chocolate (utilizar aproximadamente 1/3 parte). Cubrir con otra capa de bizcocho y repetir el proceso: relleno-bizcocho-relleno-bizcocho.
Refrigerar la tarta (bizcochos con el relleno) durante media hora. Luego recubrir la tarta con la crema de merengue suizo. Utilizar una espátula para alisar bien la superficie. Refrigerar la tarta durante al menos otra media hora.
En un bol al baño maría derretir el chocolate a fuego medio. Cuando esté totalmente fundido, retirar del fuego y añadir la mantequilla. Remover con una cuchara para que la mantequilla se integre bien. Luego verter el chocolate sobre la tarta fría. Extender un poco el chocolate con ayuda de una espátula para que rebose por los bordes y forme esos decorativos chorreones de chocolate. Conservar en la nevera.
Notas:
La receta del bizcocho no es nada seca o densa, por lo que no necesita utilizar almíbar. Aún así, si se desea se puede hacer un almíbar calentando 2-3 cucharadas de mermelada de fresa y 7-8 cucharadas de agua.
Yo he metido la crema de chocolate en una manga pastelera para repartir el relleno de forma más cómoda y rápida, pero también se puede hacer con una cuchara.
Tanto la a crema de merengue suizo como el chocolate se pueden alisar hasta que queden perfectamente lisos, pero a mí me gustaba la idea de dejarlo un poco más rústico. Creo que también tiene su encanto así.