Así como en otras recetas os digo que podéis cambiar los ingredientes, para esta tarta sí que necesitáis manzana reineta. Esta variedad presenta una textura crujiente y un equilibrio perfecto entre sabor dulce y ácido; todo esto es clave para conseguir una tarta de manzana deliciosa.
La manzana reineta es la más especial de todas y se hace derogar hasta octubre o noviembre, momento en el que se empieza a recolectar. Es una manzana que se conserva muy bien y que podemos tener semanas en el frutero, lo único que puede pasar es que se arrugue un poco por fuera y que se vaya poniendo más dulce por dentro.
Esta tarta puede dar salida a todas las manzanas reineta que tengáis. Hacer la tarta de manzana reineta no es complicado pero sí que requiere un poco de paciencia para cortar todas las manazas en láminas finas, lo podéis hacer con un pela patatas o si tenéis una mandolina os ahorrará tiempo. A parte de esto no hay que hacer mucho más.
Me atrevería a decir que es la tarta de manzana más original que he probado y eso que lleva súper pocos ingredientes. Tomad nota que seguro que aún quedan manzanas reinetas de temporada.
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Tarta de Manzana Reineta
Increíble pero cierto, esta tarta de manzana reineta está hecha con cientos de láminas de manzana, y si no me creéis mirad la foto. Espectacular, ¿verdad?
700 g de manzanas reinetas + 1 manzana para decorar
2 huevos
1/2 taza (90g) de azúcar o 1/3 taza de panela
¼ taza de mantequilla (50g)
1 taza (100g) de harina de espelta
1/2 cdta. de impulsor tipo royal
1 Cda. mermelada de melocotón o naranja
Coge un molde pequeño desmontable y forra la base con papel vegetal y engrasa los lados con mantequilla y un poco de harina. Precaliente el horno a 250°C solo con calor abajo.
Lo primero es hacer la masa que dará estructura a la tarta. Bate los huevos y el azúcar con la batidora. Añade la mantequilla previamente fundida al baño María o microondas. Luego incorporamos la harina poco a poco y los polvos de hornear. Reserva.
Pelamos las manzanas y las dejamos en un bol con agua y zumo de limón para que no se oxiden mientras vamos cortándolas. Cortamos cada manzana en láminas muy finas utilizando un pelador de patatas o una mandolina, así lo haréis más rápido.
Echamos las láminas finas al bol de la masa y damos una vueltas para que se mezclen con la masa. Vierte en el molde y asegúrate de que no queden huecos en los bordes.
Para la última capa corta la manzana que habías reservado en láminas un poco más gruesas y vete colocándolas unas sobre otras hasta completar toda la tarta. La metemos al horno y la dejamos 20 a 250°C luego bajamos el horno a 180°C y dejamos unos 40-50que dependerá del grosor de vuestra tarta. Una vez lista la sacamos el horno.
Para pintarla mezcla 1 Cda. de mermelada de melocotón con 1 Cda. de agua y con ayuda de un pincel pinta la superficie. Esta tarta hay que dejarla enfriar por completo antes de cortarla para que quede más firme.
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