Nosotros hemos utilizado alcachofas de bote pero con alcachofas naturales escaldadas el resultado sería incluso mejor.
Ingredientes:
800 gr. de alcachofas pequeñas,
100 gr. de jamón serrano,
1/2 limón,
1 placa de masa brisa,
6 tomates secos,
200 gr. de queso feta,
aceite de oliva,
sal y pimienta.
Cortamos en taquitos pequeños el jamón serrano y reservamos.
Cortamos en tres tiras cada tomate seco y reservamos.
Sacamos las alcachofas del bote, deben ser pequeñas y de calidad, y dejamos escurrir todo el líquido de gobierno en el que vienen.
Ponemos en una cazuela de barro, o una sartén que luego pueda ir al horno, dos cucharadas de aceite y añadimos los taquitos de jamón y las alcachofas. Salpimentamos, agregamos unas gotas de limón sobre ellas y mantenemos a fuego fuerte durante 3 minutos.
La nariz nos dirá que las alcachofas ya están doradas unos tres minutos después y, sin darles la vuelta, retiramos la cazuela de barro del fuego.
Cuando ya no esté demasiado caliente, le colocamos por encima la placa de masa brisa intentando volver los bordes hacia el interior, abrazando las alcachofas. Lo introducimos en el horno, que tendremos precalentado a 180 º C, y lo dejamos hasta que la masa brisa se dore.
Desmoldamos dándole la vuelta como a una tortilla y despegando con cuidado cualquier borde de masa que se haya quedado más pegado de la cuenta a la cazuela.
Añadimos sobre las alcachofas las tiras de tomates secos en aceite y el queso feta desmenuzado con los dedos.
Nosotros recomendamos que este plato se consuma tibio para poder percibir todos los matices de los productos que hemos combinado.