Eso cuando no viene mi catador, porque cuando estoy con él no soporto verlo subir al autobús de vuelta a Madrid los domingos por la noche. Como a muchos os pasará, mis domingos están llenos de despedidas.
Ojalá algún día mis domingos no tengan un sabor amargo, sino más bien dulce, muuuuy dulce, y pueda disfrutar de ellos como se merecen.
Después es cierto que la semana pasa rápido, y en cuanto menos te lo esperas ya estás a mitad :)
Hoy os traigo una receta sacada también de la revista Cocina Fácil.
Se tratan de unos timbales de tomate, jamón y mozzarella que me parecieron perfectos para acompañar un excedente de rosquilletas que tengo.
Mi madre sabe que me encantan, y este fin de semana pasado ya me había horneado una tanda entera para que me llevara. Lo que no sabía es que yo ya tenía congeladas en casa, así que me he juntado con dos táperes llenos de rosquilletas :D
Así que en cuanto los ví, me decanté por estos tomates que me parecieron el aperitivo perfecto para comérmelos con las rosquilletas.
También os pueden solucionar una cena rápida de esas de picoteo que tanto nos gustan.
Pero hacedlos, no os defraudarán ;)
Ingredientes:
4 tomates rojos maduros
150 gr. de jamón cocido
150 gr. de mozarella
3 cucharadas de aceite
8 aceitunas negras sin hueso
Sal
Pimienta
Orégano
Elaboración:Precalentamos el horno a 210º con el gratinador encendido. Lavamos y cortamos los tomates en rodajas ni muy finas ni muy gruesas. Preparamos una bandeja de horno con papel de horno.Cortamos unas láminas de jamón en forma de círculo. Yo usé el borde de una taza para ayudarme a hacerlo. Cortamos la mozarella en rodajas igual de gruesas que las del tomate.
Y vamos montando los timbales: alternamos una rodaja de tomate, después una de jamón, otra de tomate y otra de mozarella. Yo en total pusé cuatro rodajas de tomate, de manera que se quedara la mozzarella arriba. Añadimos las aceitunas picaditas. Echamos un chorrito de aceite de oliva. Salpimentamos y espolvoreamos con orégano. Horneamos unos 10 minutos hasta que el queso se funda y esté doradito. Apagamos el horno y servimos.