Trenza de hojaldre con salmón
Lo primero que debemos hacer es coger nuestro trozo de salmón y revisarlo muy bien para que no tenga espinas. Este paso es muy importante porque puede arruinarnos el plato.
Partimos el salmón de forma que quede de un grosor medio, porque corremos el riesgo de que no se cocine bien. Con esta precaución nos quedará perfecta.
Por otro lado vamos a hacer la bechamel pero de forma que nos quede espesita. Para hacerla vamos a poner un chorreón de aceite en la sartén y una cucharada generosa de maizena (harina de maíz) y una pizca de sal y la vamos a freír un poquito. Tras esto vamos añadiendo la leche, poco a poco y sin parar de remover hasta que veamos que se transforma en nuestra bechamel. Es mejor dejarla un poco espesita para que se nos integre perfectamente en la receta.
Extendemos la plancha de hojaldre y ponemos encima el trozo de salmón, sobre él añadimos la bechamel y espolvoreamos con un poco de pimienta negra molida.
Para elaborar nuestra trenza de hojaldre con salmón hacemos unos cortes en los laterales del hojaldre y recortamos un rectángulo en la parte superior. (Mira el vídeo para no liarte, es sencillo)
Doblamos ese rectángulo y encima vamos poniendo las tiras de un lado y de otro haciendo la trenza. Para cerrarla, hacemos otro rectángulo y lo doblamos primero. Luego ponemos las últimas tiras y saldrá con una forma perfecta.
Podéis untarla de huevo batido o no dependiendo del brillo que le queráis dar. En este caso yo he prescindido del paso y mirad lo bien que me ha quedado.
La llevamos al horno ya precalentado a 200ºC durante el tiempo suficiente para que se dore por fuera y se haga bien por dentro y…¡A disfrutarla!
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