Su precio es más elevado que el de muchos otros tipos de alubias, probablemente porque su producción es pequeña y se concentra, casi totalmente, en Asturias y Galicia. Es muy posible que ese sea también el motivo por el que en buena parte de España no se utiliza.
Vale la pena probarlas, así que hoy compartimos con vosotros este rico potaje que es un regalo para el paladar.
Ingredientes:
300 gr. de verdinas,
500 gr. de langostinos,
2-3 dientes de ajo,
1 cebolla grande,
1 tomate,
1 pimiento rojo,
laurel y pimentón dulce,
aceite, sal y pimienta,
piparras.
La noche anterior ponemos a hidratar las verdinas con abundante agua.
Tenemos rehidratadas las verdinas y podemos comenzar a preparar el plato. Pelamos los langostinos y vamos guardando las colas limpias. Las cabezas y pieles las ponemos en una cazuela con una cucharada de aceite y una pizca de sal y, a fuego fuerte, les damos unas vueltas para que se doren. Añadimos después dos litros de agua y dejamos cocer durante 20 minutos. Colamos el caldo y lo reservamos.
En la misma cazuela, ponemos 3 cucharadas de aceite y hacemos un sofrito con 1 ajo, media cebolla y el tomate. Cuando la verdura esté blanda, incorporamos las verdinas escurridas, añadimos una hoja de laurel, una pizca de sal y removemos.
Agregamos después a la cazuela con las verdinas el caldo de langostinos que teníamos reservado, tapamos la cazuela y dejamos cocer a fuego suave.
Mientras cuecen las verdinas, en una sartén amplia, preparamos un sofrito con un ajo, media cebolla y el pimiento rojo. Removemos y dejamos que se cocine hasta que las verduras pierdan su tersura. Añadimos las colas de langostinos, salpimentamos y removemos hasta que los langostinos estén casi hechos. Apagamos el fuego, añadimos el pimentón, removemos y reservamos hasta que las verdinas estén totalmente cocidas.
El tiempo de cochura de las legumbres depende de distintos factores así que solo os diremos que, a partir de los 45 minutos de cocción, vayáis probándolas hasta que las tengáis en el punto que os gustan.
Cuando las verdinas estén tiernas, añadimos a la cazuela los langostinos, apagamos el fuego y removemos con cuidado los ingredientes de la cazuela para que se mezcle todo bien. Probamos de sal y rectificamos si es necesario. Dejamos reposar la cazuela al menos 10 minutos y servimos.
Hemos acompañado cada plato con unas lascas de ajo tostado y unas piparras. Esperamos que disfrutéis de este plato tanto como nosotros.
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