Por eso hoy os dejo esta receta supereconómica, mi versión de esta famosa crema de la que disfrutamos en casa principalmente a la hora de la cena.
Ingredientes:
Un puerro por persona si son grandes, sino 1 y medio.
Una patata mediana por persona
Media cebolla por persona
Aceite de oliva
Agua o caldo de verduras
Para espesar la crema:
Quesitos en porciones o leche evaporada o nata (crema de leche) líquida o incluso aceite de oliva
Para empezar, cortamos las verduras en juliana y la rehogamos para que se poche, ojo, sin poner mucho aceite. Algunas personas la hacen directamente sin pochar las verduras pero yo tengo el estómago algo delicado y digiero mejor el puerro y la cebolla si estos han sido pochados previamente, pero insisto esto es algo personal.
Cuando la cebolla comienza a transparentarse añadimos el caldo o el agua a nuestro gusto (según lo espeso que lo queramos hacer), incluso le podemos añadir un cubito de caldo de los de toda la vida. Lo dejamos que se cueza, unos 20 o 30 minutos más o menos y ya está.
Esperamos a que se enfríe un poquito y procedemos a pasarlo por la batidora con lo que hayamos elegido. En casa normalmente lo hacemos con leche evaporada o quesitos en porciones light ya que es la alternativa más ligera. En ocasiones también he añadido puré de patatas en polvo cuando la textura no resultó lo espesa que yo quería.
Esta sopa hay quien la toma fría de la nevera o en caliente, pero para mí lo ideal es tomarla templada.
Para decorar, cosa que no es necesaria os sugiero unas virutas de jamón serrano fritas o unos costrones de esos que venden.
Que lo disfrutéis, mujercicash!