Las costumbres religiosas de otras épocas relacionan la Semana Santa con una época de abstinencia de carne. Y el bacalao desde hace años es el protagonista indiscutible de esta época, pero no a todo el mundo le gusta el bacalao, por lo que otra opción son estos volovanes que hemos rellenado de una riquísima crema de puerro y langostinos. Se convierte en un bocado exquisito y que además sirve como aperitivo para comidas en cualquier época del año.
INGREDIENTES:
Volovanes, podéis comprarlos ya hechos, del tamaño que más os guste, los míos son medianos. Aunque también podéis hacerlos en casa, aquí os dejo el enlace.
2 puerros
20 langostinos
200 ml. de nata (crema de leche) líquida
50 ml. de vino blanco
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta
PREPARACIÓN:
Ponemos a cocer los langostinos en abundante agua salada.
Cortamos los puerros en rodajitas finas y rehogamos en una sartén con unas cucharadas de AOVE.
Una vez rehogados los puerros añadimos el vino blanco y dejamos reducir durante unos minutos.
Pelamos los langostinos y los troceamos, dejando enteros tantos como volovanes tengamos. Reservamos los langostinos enteros y el resto los ponemos en la sartén donde estamos cocinando el puerro. Añadimos a la misma sartén la nata (crema de leche) y dejamos que espese un poco la mezcla. Salpimentamos al gusto.
Rellenamos los volovanes con la mezcla y llevamos al horno un par de minutos con la opción de grill puesto. Abrimos el horno y disponemos un langostino por encima de cada volován, dejamos un minuto más y sacamos del horno. Servimos con cuidado de no quemarnos.
Dependiendo del tamaño en que los preparéis pueden servir de bocado o aperitivo o de entrante. De cualquier forma están riquísimos, con ese suave sabor a puerro que le aporta un toque genial.
Feliz jueves y para los que tengáis vacaciones feliz Semana Santa!!!, yo volveré por aquí la Semana que viene.
Fuente: este post proviene de Atrapada en mi cocina, donde puedes consultar el contenido original.
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