Cuando vayas a comprar alcachofas/alcauciles elige las que veas más verdes, prietas y densas (que pesen), que no estén blandas sino firmes, con las hojas bien cerradas y de color verde homogéneo preferiblemente sin partes grises o negras. Las alcachofas que estén ennegrecidas por las puntas o por algunas zonas, o que tengan las hojas muy abiertas, estarán demasiado viejas o maduras, y puede que por dentro estén negras. Cuanto más frescas sean menos cantidad de hojas tendremos que quitar y más tiernas estarán.
Ingredientes:
Alcachofas, harina de garbanzos, aceite de oliva y sal en escamas.
Preparación:
Limpiamos las alcachofas desechando las hojas externas duras y las puntas, yo las suelo limpiar a medida que las voy friendo, así no tienen tiempo de oxidarse y no les pongo limón y así tienen su sabor, sin acidez.
Cuando tenemos las alcachofas limpias las cortamos en láminas gruesas y las pasamos por la harina de garbanzos, sacudimos el exceso de harina y las freímos en abundante aceite. Sacamos y dejamos escurrir en papel de cocina para quitar el exceso de grasa. Ponemos unas escamas de sal y servimos recientes para que estén muy crujientes.
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