Las chicas de Cocinas del mundo nos han citado, como cada tercer domingo del mes, para visitar un nuevo país y conocer así su gastronomía. En esta ocasión, Tere del blog Casa Tere ha sido la encargada de proponer el siguiente destino, un país con el que compartimos el Mar Mediterráneo: Líbano.
Y después de darme una vuelta por su gastronomía, que me ha encantado, me decidí por una receta de patatas que, por cuestiones prácticas, me venía bien cocinar para servirlas como guarnición con una carne de cordero.
Sí, en este caso la receta es sencilla pero no por ello menos sorprendente. Se trata de Batata Harra (patatas calientes), una receta para preparar las patatas de forma diferente a como solemos hacerlo.
Para empezar no son unas simples patatas fritas, ya que antes de freírlas hay que hervirlas en agua. Su aliño con cebolla, ajo, guindillas, pimienta negra y pimiento rojo nos resulta más familiar, pero no tanto el hecho de añadirles cilantro, coriandro, y un chorrito de zumo de lima en el momento justo de servirlas.
En el paladar son mucho más suaves que una patata frita de las nuestras, y la explosión de sabor, fruto de las especias del aliño, es una pasada. Es una de esas recetas para repetir y repetir.
Mi fuente de inspiración ha sido la receta de Media hora para cocinar. Aunque la he ido adaptando a mi gusto.
(Guarnición para 2 personas)
- 2 patatas
- 1 pimiento rojo
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- Pimienta negra molida
- 1 guindilla cayena
- Cilantro fresco (yo se lo puse en grano)
- Coriandro molido (yo no tenía y no lo puse, pero es típico en la receta)
- Sal
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Zumo de un lima (o limón)
En primer lugar hay que poner a hervir las patatas. Pelaremos y lavaremos las patatas, las cortaremos en cubitos y las pondremos en agua y sal para que hiervan hasta que estén casi cocidas. Justo en ese momento en que calculas que les falta un par de minutos para estar listas es cuando hay que sacarlas y ponerlas a escurrir.
Las freiremos en abundante aceite de oliva hasta que éstas empiecen a dorarse. Las retiraremos del fuego y retiraremos el exceso de aceite con papel absorbente.
Por otro lado, pelaremos y picaremos la cebolla finita. Pelaremos los dientes de ajo y los cortaremos por la mitad. Lavaremos, quitaremos la semillas de dentro y cortaremos en tiras finitas el pimiento rojo.
Pondremos una sartén con aceite al fuego y pocharemos la cebolla, los ajos y el pimiento rojo. Cuando éstos estén listos, añadiremos la guindilla, el cilantro (si lo ponéis en grano como yo, tendréis que machacarlo previamente), el coriandro y la pimienta negra. Cocinaremos con el fuego al mínimo durante un par de minutos más y añadiremos las patatas, mezclándolo todo bien. Añadid sal.
Las patatas deben servirse calientes y justo en el momento en que se vayan a empezar a comer se les añade zumo de lima por encima.
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