El bizcocho de hoy lo tenía en borradores desde hace muchos meses, y no lo he publicado hasta hoy porque había perdido las fotos. Al fin han aparecido en el portátil, y me ha venido que ni pintado porque desde hace varios días no piso la cocina salvo para lo imprescindible.
Y es que desde el miércoles tengo una gripe que me tiene como un trapo, si encima le añadimos una migraña de aupa, el resultado es "mujer piltrafa" que va de la cama al sillón y viceversa.
Por suerte tengo dos entradas más programadas para el domingo y el lunes, así que aunque no voy a estar en activo, las entradas se irán publicando.
Este bizcocho es denso pero jugoso. Si os gustan los bizcochos más esponjosos, añadirle un sobre entero de levadura en lugar de las dos cucharaditas que indica la receta.
Yo lo hice en un molde rectangular. Si usáis otro molde deberéis adaptar el tiempo de horneado.
Ingredientes:
5 huevos
100 gr de azúcar
100 ml de aceite de girasol
100 ml de miel
200 gr de harina
2 cucharaditas de levadura en polvo
50 gr de nueces
Preparación:
Precalentar el horno a 180 grados, calor arriba y abajo.
Preparar un molde de rectangular o cuadrado y engrasar con mantequilla.
Separar las claras de las yemas.
Batir las yemas con el azúcar, añadir el aceite de girasol, la miel.
Tamizar la harina junto con la levadura y añadir a la mezcla anterior.
Por último incorporar las nueces.
En otro bol montar las claras a punto de nieve. Añadirlas a la mezcla anterior.
Verter esta mezcla en el molde que teníamos preparado.
Introducir en el horno, en la zona central. Hornear durante unos 30 minutos, o hasta que al introducir una brocheta esta salga limpia.
Dejar enfriar el bizcocho sobre una rejilla.
Servir cortado en cuadrados.
Para el domingo tengo preparado un recopilatorio de postres en vasito que os va a encantar. Os espero por aquí.