Buenos días, ¿qué tal ha ido la semana?
Yo este fin de semana he estado en Logroño así que esta entrada está programadas por lo que no tengo muchas cosas que contaros.
Ya no queda nada para que terminen las clases, el jueves es mi último día y el martes empiezo las practicas. El otro día nos dieron el papeleo así que ya sí que no queda nada. Aunque hasta que no me vea ahí no me lo voy a creer por mucho que lo haya visto escrito en un papel.
Estos días están siendo un poco raros viviendo de nuevo en la misma casa, en la casa donde mi hermana y yo crecimos, así que no lo quiero gafar.
La receta de hoy es muy fácil de preparar y es de esas que a mi me gustan bien de especias. Ya sabéis que me gusta mucho el sirope de arce y suelo usarlo en muchas recetas aunque tampoco quiero usarlo demasiado porque no es que sea precisamente barato. Lo podríais sustituir por otro tipo de endulzante líquido, como la miel o el sirope de Agave, aunque en esos casos yo lo pondría más especias ya que el bizcocho no tendría el sabor característico del sirope de arce.
Ingredientes
2 huevos
250 ml de leche
115 g de mantequilla fundida
100 ml de sirope de arce
175 g de harina
1 cucharadita y media de levadura en polvo
1/2 cucharadita de bicarbonato
115 g de azúcar
2 cucharaditas de canela
1 cucharadita de jengibre
Sal
Precalentamos el horno a 180º.
Batimos los huevos junto al azúcar y la pizca de sal.
Añadimos la leche y el sirope de arce.
Cuando esté todo integrado añadimos la harina, la levadura, el bicarbonato, la canela y el jengibre previamente tamizados.
Vertemos la masa en nuestro molde previamente engrasado.
Horneamos 40 minutos, hasta que lo pinchemos y el palo salga limpio.
Feliz semana :)