¡Hola de nuevo! ¿Habéis visto que maravilla os traigo hoy? Una deliciosa charlota de mandarina y arándanos, sin horno y además aprovechando las frutas tan deliciosas de la temporada. Como siempre, fácil, rápida y muy rica. La charlota o charlotte es un postre típico francés, que consiste en forrar un molde con bizcochos de soletilla o genovés, y rellenarlo de una crema o mousse en frío. Normalmente se rellena de capas de crema y galletas, pero yo esta vez he querido darle un toque peculiar y sólo he puesto bizcochos debajo y en los laterales. El relleno lo he hecho con una gelatina de arándanos que está para chuparse los dedos. Os invito a quedaros conmigo y disfrutéis de este postre tan fantástico.
Ingredientes (para un molde de 18cm):
30 bizcochos de soletilla o similar
Leche para “empapar” los bizcochos
250 gramos de queso mascarpone
50 gramos de azúcar
El zumo de 6 mandarinas
250 ml de nata (crema de leche) para montar 35%M.G.
5 hojas de gelatina
Colorante naranja (opcional)Relleno de arándanos:
200 gramos de arándanos
50 gramos de azúcar
3 hojas de gelatina
Preparación:
Lo primero que haremos será preparar nuestro relleno de arándanos (también podemos usar un coulis o salsa que tengamos ya hecha). Para ello ponemos en un cazo los arándanos junto con el azúcar y llevamos al fuego hasta que hierva, se disuelva el azúcar y los arándanos estén como “deshechos”. Una vez listo retiramos del fuego y con mucho cuidado de no quemarnos lo trituramos con ayuda de una mini-pimer o batidora. Mientras dejamos templar esta mezcla vamos hidratando las 3 hojas de gelatina en agua muy fría. Una vez listas las escurrimos y las echamos en el cazo del coulis de arándanos. Disolvemos bien y dejamos reposar. Mientras, preparamos un molde más pequeño del que vamos a usar para la tarta, o bien podemos emplear un cortador de galletas redondo. Lo forramos por debajo con papel film y lo apoyamos sobre un plato o bandeja para evitar una posible fuga del relleno. Vertemos la salsa por encima y llevamos al congelador un mínimo de dos horas.
Ahora es el turno de forrar el molde con los bizcochos. Aquí armaros de paciencia, porque algún bizcocho se os resistirá. Vamos mojando los bizcochos en leche sólo por el lado que “tocará” el relleno, no el que toca el molde. Los vamos colocando alrededor del molde todos juntos. Si son muy redondos podéis cortar las puntas de debajo para que quede más plana y bonita la base. Una vez hecho esto ponemos bizcochos también por abajo, para que hagan de base. Éstos últimos no deberemos mojarlos en leche.
A continuación preparamos nuestra crema. Batimos el queso mascarpone con el azúcar y el zumo de las mandarinas (yo lo he colado pero es opcional) hasta que esté todo bien integrado. Ahora separamos una taza de esta masa y la calentamos 30 segundos en el microondas. Al resto de preparación, si hemos elegido utilizar colorante, será el momento de echarle unas gotitas hasta que nos quede un tono naranja suave.
Hidratamos las láminas de gelatina en agua fría, y una vez listas, las escurrimos y agregamos en la tacita que habíamos separado y calentado anteriormente. Removemos bien y reservamos.
Montamos la nata (crema de leche) y cuando esté firme la agregamos a nuestro bol con la crema de mandarina. Integramos bien y con cuidado de no bajar la nata (crema de leche). Ahora es cuando añadimos el contenido de nuestra tacita con la gelatina disuelta. Mezclamos bien.
Por último vamos a proceder a rellenar nuestra charlota. Vertemos la mitad de la crema en el molde, con mucho cuidado de no manchar los bizcochos por la parte de arriba. Sacamos nuestro relleno de arándanos del congelador y lo desmoldamos. Al estar congelado y llevar el papel film no tendremos problema. Ahora lo colocamos sobre el relleno, presionamos un poquito y terminamos de rellenar la charlota con el resto de crema. Y ¡listo! Llevamos a la nevera un mínimo de 5 horas, o como siempre os digo mejor toda la noche.
Podéis decorarla como más os guste, yo he puesto arándanos por encima y la he rodeado con un lado, pues me parece que queda muy vistosa así
Y sin más y esperando que os haya gustado la receta me despido hasta la semana que viene. Besos!
Andrea