El pulled pork además es la receta de moda, y aunque normalmente vamos en contra de la moda (no por cuestión de principios sino de personalidad) este tipo de asados hace años que nos encanta. Con estos calores es muy adecuado preparar una pieza de carne y comer varias veces en distintas versiones.
Te damos 3 opciones, tradicional en un plato con guarnición de arroz blanco y acompañada de pan. En ‘bocata’ con pan de hamburguesa, mostaza y queso fundido o cubierta de puré de patata y gratinada. Pero te puedes imaginar las que quieras, con tortillas mejicanas por ejemplo quedarán genial.
Dejarás de sentir la cara de todo lo que vas a masticar.
Ingredientes 10-12 personas:
Una pieza de 2,8 Kg de cabecera de lomo de cerdo
4-6 guindillas secas al gusto
1 cucharada de sal
1 cucharada de azúcar moreno
2 cucharaditas de cominos
1 cucharada de orégano seco
1 cucharadita de tomillo seco
1 cucharadita de romero seco
1/2 cucharadita de canela
1/2 cucharadita de nuez moscada
1 pizca de clavo molido
2 cucharaditas de ajo en polvo
2 cucharadas de aceite de oliva.
Preparación:
Como ya imaginas la mezcla de especias la puedes variar a tu gusto, más o menos picante, más o menos hierbas, puedes hacer otras combinaciones y variar cada vez. Siempre queda bien.
Mezclamos todos los ingredientes menos el aceite y la carne. Cubrimos la carne con la mezcla y dejamos reposar bien tapada a temperatura ambiente dos horas o toda la noche en la nevera.
Calentamos una cazuela de hierro o barro ovalada donde quepa nuestra pieza de carne, añadimos el aceite y doramos la carne por todas partes. Tapamos y llevamos al horno a 100ºC durante 6-7 horas.
También se puede hacer en una slow-cooker a temperatura baja durante 8-10 horas. Durante el tiempo que dura la cocción no hay que tocar la cazuela o perderá temperatura y humedad.
Una vez transcurrido el tiempo la carne debe estar muy tierna y habrá soltado un jugo fantástico. Pasamos la carne a una tabla y hacemos rodajas de 2 cm o 2,5 cm, las llevamos a un plato y con dos tenedores las separamos en hebras. Si no se separan con facilidad es que la carne necesita más tiempo. Apuntalo para la próxima vez, en todo caso será deliciosa aunque será más un asado convencional.
Devolvemos la carne a la cocotte con los jugos que soltó y listos para disfrutar o guardarla.
Como decíamos al principio podemos comerla tal cual en un plato con guarnición de arroz o patatas fritas o podemos hacer bocatas.
Para hacer bocatas es importante usar un buen pan de hamburguesa, mejor casero siempre, a mi me encanta untar el pan tostado con mostaza picante, poner la carne caliente y cubrir con queso cheddar. El queso se funde y cada bocado es un instante de éxtasis. ¡Guau!
Queda genial también con rodajas de pepino en vinagre y puedes añadir salsa barbacoa a la mezcla de carne para un toque más ranchero.
Otra opción, ésta sin foto es cubrir el fondo de una fuente de horno con salsa de tomate, poner encima una capa de pulled pork y cubrir con puré de patata. Mantequilla por encima y 20 minutos al horno, un toque de gratinado y a flipar.
No digas que no te lo ponemos fácil…
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