Esta crema de calabacín y patata es una de las cremas de verduras más fáciles de hacer, ya que todos los ingredientes van en crudo, no hace falta freir las verduras. Además, se prepara en un santiamén y nos dará para comer o cenar varias veces en una misma semana.
Al ser una crema fría, podemos mantenerla, al menos, durante una semana en el frigorífico; por otra parte, esta receta es también muy práctica ya que nos ahorrará pasar calor encendiendo los fogones para calentarla: con sacarla de la nevera y emplatarla tendremos lista nuestra crema.
Ingredientes para 4 personas:
2 calabacines grandes
3 patatas medianas
1 cebolla grande
Para el caldo de pollo:
½ pechuga de pollo
½ cebolla
2 dientes de ajo
1 ramita de perejil
1 chorrito de nata (crema de leche) líquida
1 cucharada de mantequilla (10 g)
Aceite de oliva
Sal
Pimienta
PerejilLo primero de todo para preparar esta crema de calabacín es empezar con el caldo de pollo. Es cierto que podéis comprarlo ya hecho, pero cuesta muy poco hacerlo en casa y el resultado es infinitamente mejor. Para el caldo, ponemos en una olla la media pechuga de pollo, la media cebolla pelada y sin cortar, los 2 dientes de ajo pelados y la ramita de perejil.
Cubrimos con agua los ingredientes y los ponemos a fuego alto hasta que hierva. Cuando haya hervido, bajamos a fuego medio y dejamos que el caldo se cocine durante unos 20 minutos. Cuando haya pasado el tiempo, colamos los ingredientes y reservamos el agua de la cocción.
Mientras se cocina el caldo nos ponemos con las verduras. Pelamos las patatas y las troceamos, las echamos a una olla y reservamos. Respecto al calabacín, podemos pelarlo o no, como más nos guste; lo troceamos y lo incorporamos a la olla con las patatas. Pelamos la cebolla, le damos 4 cortes y a la olla también.
Cubrimos todas las verduras, mitad con agua, mitad con el caldo de pollo, salpimentamos y ponemos la olla al fuego. Añadimos unas hojas de perejil y un chorrito de aceite de oliva. Una vez que hierva, debemos dejar que las verduras se cocinen durante, al menos, media hora.
Cuando las verduras se hayan cocido, escurriremos más o menos la mitad del agua de la cocción en un bol y la reservamos, para corregir el espesor de la crema. Trituramos con ayuda de la batidora y vamos incorporando el agua de la cocción dependiendo de cuál sea la textura que queramos conseguir.
Finalmente, cuando la crema haya templado un poco, añadiremos el chorrito de nata (crema de leche) líquida y los 10 g de mantequilla, que le darán un toque más cremoso. Para decorar el emplatado podéis añadir unas nueces, picatostes de pan o cebolla crujiente.
Si queréis hacer esta receta con un poco menos de grasa, podéis no añadir ni la nata (crema de leche), ni la mantequilla y tampoco añadirle el aceite a la cocción de las verduras. Lo que sí podéis hacer para potenciar el sabor sin aumentar la grasa, es añadir un chorrito de aceite en crudo cuando vayáis a triturar las verduras.
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