Ingredientes:
- 85gr. Harina
- 85gr. Mantequilla.
- 1/2 l. Leche entera.
- 50 gr. Setas deshidratadas (200 gr. si son frescas).
- 2 chalotas.
- Sal
- Pimienta.
- Nuez moscada.
- Harina.
- 2 huevos.
- Panko o pan rallado
Elaboración:
Nosotros hemos elegido para esta elaboración un revuelto de setas deshidratadas. Pero se pueden hacer con la variedad que más os gusten: boletus edulis, rebozuelos, champiñones, etc. Y por supuesto que las setas pueden ser frescas pero como ya estamos en época fuera de temporada hemos optado por las deshidratadas.
En primer lugar ponemos las setas en agua templada para hidratarlas durante al menos 2 horas. Después las colamos y reservamos, las setas por un lado y el agua resultante de la hidratación por el otro.
En una sartén con un chorrito de aceite pochamos las chalotas (o cebolla). Añadimos las setas y dejamos cocinar durante unos minutos. Las cotamos finamente y reservamos.
Ahora prepararemos un Roux. Para ello ponemos al fuego un cazo la mantequilla hasta que se derrita. Luego añadimos la harina tamizada. Comenzamos a remover y mezclar con unas varillas durante unos 6 minutos aprox. para que la harina se nos cocine y no deje sabor a cruda.
A continuación añadimos la leche que tendremos previamente caliente y una pàrte del agua de la hidratación de las setas. Seguiremos removiendo durante unos 10 minutos. Dejaremos esta bechamel a punto de sal, pimienta y nuez moscada.
Le incorporamos las setas reservadas, mezclamos bien y cocinamos otros 10 ó 12 minutos para que se mezclen bien los sabores.
Luego pasamos esta masa a un recipiente. Ponemos papel film por encima para que no se reseque y nos cree capa. La llevamos a la nevera durante unas horas aunque lo ideal es dejarlas de un día para otro.
Sacamos del refrigerador y vamos cogiendo pequeñas porciones de la masa y dándoles la forma que deseemos. Luego las pasamos por un recipiente que contenga harina, luego por otro con los huevos batidos y por último por otro con pan rallado. Nosotros hemos utilizado Panko que es como se conoce el pan rallado japonés y que la verdad es que le da un toque muy crujiente a los rebozados.
Por último solo nos queda freir nuestras croquetas en aceite bien caliente. Retiramos y las ponemos sobre papel de cocina absorbente para recoger el exceso de grasa, Y ya las tendremos listas para servir.