¡Buenos días!
Hoy os traigo una receta que desde que la descubrí no puedo vivir sin ella... Es que me parece una cena fantástica y más ahora que empieza a apretar el calor...
Me la enseñó a hacer un muy buen amigo mío de esas tierras. Esta receta es un plato típico rumano.
De verdad que la cocina rumana ha sido todo un descubrimiento. Sobre todo por la cantidad de recetas de verduras que he estado mirando y practicando, y de verdad que merecen la pena... Hasta ahora todo lo que he probado... ¡me ha resultado exquisito!
¿Queréis aprenderla? Es facilísima y está.... (Cara de Homer babeando)
¿Empezamos?
Ingredientes:
Depende de la cantidad que queráis hacer, como siempre. Con estas cantidades ya os digo que cenáis 3 o 4 personas sin problemas.
4 berenjenas
2 cebolletas o cebollas dulces (si no tienes, lo puedes hacer con cebollas normales, pero con cebolleta queda mucho mas suave. Además que nos las vamos a comer cruditas)
Tomates (de esos de los que saben a tomate...jejejeje)
Aceite (a mi me gusta más el sabor que le da el aceite de oliva virgen extra, pero como para gustos los colores, a mi amigo le gustaba más con el aceite de girasol, decía que le parecía que el AOVE se comía mucho el sabor de la berenjena. Lo dicho para gustos, colores)
SalManos a la obra:
Lo primero que debemos hacer es asar las berenjenas. Pero antes, las lavamos eh? para quitar restos que pudieran quedar de tierra y cosas así. Yo con mi hornito de juguete (jejejeje) pero que también asa eh???
¿Cuanto tiempo? Pues... como siempre digo, que cada horno es un mundo y a mi eso de "40 minutos a 180º" me parece una crueldad, porque alguien que no sepa mucho de cocina, lo sigue al pie de la letra y: o está achicharrado, o no está hecho y luego las cosas se comen crudas. Así que yo doy una orientación: yo lo puse a 190 grados media hora y luego les di la vuelta.
¿Cómo se saben cuando ya están hechas? En mi horno, las berenjenas se ponen con la piel estirada, estirada y si las tocas (no con los deditos, que os quemáis) con una cuchara, es como que están huecas. Se ha despegado la piel de la carne de la berenjena. Ese es el momento en el que hay que sacarlas del horno.
¿Veis como quedan? ¿Que parece que están huecas? Ademas la piel, en vez de ser tan oscura, se ha aclarado un poco. Ya están hechas.
Esperad a que se enfríen un poco y ya las podéis pelar.
CONSEJO: Si las cogéis del rabito os quemareis menos. ;)
Como la berenjena suelta su caldillo amargo, es mejor escurrirlas un poco antes de partirlas. Yo suelo dejarlas en un escurre verdura como veis en la foto, de pie. Así, el caldillo escurre para abajo.
Otro método es ponerlas en un plato llano y elevar uno de sus lados para que escurra el caldito hacia el otro lado. Como os resulte mas fácil. El caso es dejarlas así un rato para que escurra y luego no estén tan amargas.
Mientras se escurren las berenjenas, vamos preparando el resto de los ingredientes. Cortamos la cebolleta finita.
El tomate en rodajas y lo vamos colocando en un planto llano para que cada uno se sirva los trozos que quiera.
Y el pan en rebanadas.
Cuando ya estén escurridas las berenjenas, las vamos colocando en la tabla de partir y la técnica es muy buena. Me contó mi amigo que en su tierra se hace con una especie de cuchillo de madera (que no corta, obviamente) pero sirve para partir las berenjenas, ya que como están asadas, son muy blanditas.
Os explico: Se pone la berenjena en la tabla de madera y se va partiendo como a rodajitas en una misma dirección. Y ya aprovechamos y quitamos el rabito. Luego con el mismo cuchillo (como veis yo he utilizado uno de partir pan, pero cortando por el canto y no por el filo) la "recogemos" y la damos la vuelta y volvemos a hacer el mismo procedimiento (ahora estaremos cortando en otra dirección) Y así un par de veces hasta que veáis que queda como un puré)
Según las vayamos teniendo partidas las vamos echando a una ensaladera, una fuente grande o un bol y las mezclamos con la cebolleta a cachitos y echamos un buen chorro de aceite de oliva y sal. Y movemos enérgicamente con una cuchara de madera para que el aceite se mezcle bien con la berenjena, o emulsione para aparentar que sé y todo;)
¿Veis como en esta foto no aparece el aceite por ningún lado? emulsionado ;)
Podéis presentar en la mesa platos con la ensalada, los tomates a rodajas y el pan a rebanadas.
O directamente montar el plato como si fuera un pincho.
Y no os olvidéis de ir comiendo rodajas de tomate o ponerlas directamente encima de la ensalada, que de verdad, la mezcla merece la pena.
Hay otra variante de esta ensalada que sustituye el aceite por mayonesa. Para gustos los colores... pero a mi ¡me encanta esta receta y tal cual os la cuento!
Es una cena genial, fresquita y ¡buenisima!
Espero que os guste.
Bon apetit!