"A veces pienso que necesito un corazón de repuesto para sentir todas las cosas que siento"
(Sanober Khan).
En pocas semanas, éste blog, "Mi Cocina - Carmen Rosa" cumplirá diez años de existencia en la blogosfera gastronómica; durante todos ésos años he publicado 1.567 entradas, todas ellas con ilusión, con ganas y con ánimo de compartir no sólo recetas de cocina, sino también haciendo participes a quienes siguen mi blog de mis más recónditos sentimientos, mis vivencias y recuerdos. Y como no agradeciendo lo mucho y bueno que ha aportado a mi vida ésta pasión por la gastronomía plasmado en éste cuaderno de bitácoras que es mi cocina virtual.
No obstante, debo reconocer que ha habido muchos momentos en los que he sentido la necesidad de parar de escribir, de investigar sobre los temas de los que escribo y publico, de reflejar en gran medida mis pensamientos e incluso llegar a pensar dejar descansar un tiempo éste gran hobby que es "Mi Cocina".
Sí, en muchas ocasiones he dejado pasar los días sin ganas, sin ánimo y dejando pasar página en blanco; he tenido que decirme: espera, coge aire, respira hondo y haz un punto. Aunque ése punto no sea un punto y aparte, que sea un punto y seguido, hazlo con calma, sigue pero sin estrés, sin obligaciones, céntrate y olvida todo lo que te perturba, todo lo negativo que te rodea y así, ése desánimo no llegará a tu cocina.
Últimamente mis seguidores quizás habrán notado que estoy en ése "punto y seguido", que éstas últimas semanas no se ha ido de mi la sensación quizás de agobio, de no abarcar tanto como quisiera e incluso la desgana que me han tenido estancada en muchos sentidos, incluida la inspiración y las ganas de publicar.
Una inspiración que se alimenta en gran medida del estado de ánimo; inspiración que a veces viene y a veces se va, que necesita su espacio para poder liberarse y así volver a mí con fuerza y que muchas veces le cuesta encontrarme. Ella tiene su lugar, su hueco, su espacio en mi mente; una mente que en los últimos tiempos está revuelta, llena de todo y de todos los que me rodean, una mente quizás demasiado sensible por las emociones de mi entorno, de la vida, de responsabilidades, a veces difíciles, complicadas e incluso dolorosas que sin ser mías, sin darme cuenta las hago propia y consiguen que no siempre fluya mi día a día, como deseo, como necesito.
Llego a la conclusión de que igual hay momentos en que mi sensibilidad está a flor de piel, aunque digan que la sensibilidad es fortaleza ésta no me acompaña; hechos, detalles, la vida misma, "la sensibilidad" que me acompaña absorbe parte de mi energía, de mi fuerza y de ésa concentración que tanto necesito para agarrar con fuerza a la inspiración y que ésta no se escape. Fuerza e inspiración para seguir escribiendo, publicando, redactando con ésa alegría que también imprimo en mis platos, en mis recetas, en el blog, que esperan con paciencia su turno para salir a la luz.
Es por todo ello quizás, que hoy, para volver a publicar después de tantos días, he elegido una ensalada que llena de calor el espíritu por su alegre colorido (porque para el frio que hace en ésta temporada invernal deberán preparar alguna receta de ésos 230 "primeros platos" bien contundentes que encuentran en mi blog). Sin dejar atrás sus ingredientes, su delicado sabor y las propiedades de sus ingredientes. Por ejemplo: hay estudios científicos que indican que el salmón puede mejorar el estado de ánimo y el estrés....habrá que tenerlo en cuenta.
¿CÓMO LA HICE?
INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS:
300 grms. de salmón fresco, medio vaso de salsa de soja, cuatro cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra, un trozo pequeño de cebolleta, un mango mediano, un aguacate, una cucharada pequeña de sésamo blanco y otra de sésamo negro, una cucharada de huevas de salmón, dos rábanos pequeños.
LOS PASOS A SEGUIR:
Cortar el salmón en trozos pequeños, procurando que no quede ninguna espina ni piel y echarlo en un cuenco junto con la salsa de soja procurando que ésta impregne bien el pescado. Cubrir con papel film y dejarlo macerar en el frigorífico una media hora aproximadamente.
Mientras tanto, pelar la cebolleta y cortarla en aros. Enjuagar bien los rabanitos y cortarlos en cuatro trozos.
Pelar el aguacate y el mango cortándolos en cuadraditos. Y en una sartén, tostar el sésamo blanco con cuidado de que no se lleguen a quemar.
Una vez preparados todos los ingredientes y transcurrido el tiempo de reposo del salmón, escurrirlo bien y pasar los trozos a otro cuenco, incorporando los trozos de mango, de aguacate, la cebolleta y el aceite de oliva virgen extra, removiendo con cuidado todos los ingredientes incorporando un poco de sal hasta conseguir el punto deseado (tengan en cuenta que la soja aporta sabor salado).
Pasar al plato de presentación añadiendo los trozos de rabanitos, las huevas de salmón y espolvoreando el sésamo blanco y el negro.
Nota.- La presentación en una ensalada es importante, pero más aún debe ser el sabor y la calidad de los productos frescos. Es esencial la calidad del salmón y por supuesto que el mango y el aguacate estén en su punto justo de maduración.