En estas modernas granjas los animales viven en condiciones miserables, sin luz solar y hacinados en pequeñas jaulas que apenas les permiten moverse. Además, son atiborrados constantemente con productos químicos y alimentos sintéticos fabricados para garantizar un engorde rápido. De ahí, al matadero y a nuestra mesa. Todo ello con el objetivo de conseguir más cantidad, vender más y ganar más dinero, descuidando la auténtica salud del animal, y en consecuencia, la nuestra.
Origen de las granjas ecológicas
A principios de los 90, varias personas y asociaciones comenzaron a tomar conciencia de la situación que vivían muchos animales por culpa de la ganadería industrial. Greenpeace fue de las primeras organizaciones en actuar y denunciar esta situación ante la ONU.No nos son desconocidos, sobre todo a los europeos, las grandes crisis que ha habido en los últimos años con la ganadería como protagonista, que provocaron varios casos de enfermedad entre los humanos, llegando a causar muchas muertes e infecciones, y por supuesto, el sacrificio de millones de animales contaminados, a causa de las negligencias de unos pocos.
Por ejemplo, por citar sólo dos casos, aún perdura en los recuerdos de muchos europeos la conocida aparición de la 'dioxina', una sustancia tóxica, en algunos pollos de Bélgica, fruto de una alimentación con productos nocivos, siempre buscando un mejor resultado económico. Y por supuesto, la 'Encefalopatía Espongiforme' o 'Enfermedad de las Vacas Locas', tan tristemente conocida y recordada por muchos, producida por utilizar una proteína llamada 'prion', en la alimentación y medicación de infinidad reses, provocando muertes atroces en los animales y 220 humanos infectados por la enfermedad.
A la vista de estos sucesos, y ante de la demanda de consumidores de productos sanos de los que pudieran fiarse, surgió la ganadería ecológica. Este tipo de ganadería, cada vez más empleada, combina los métodos tradicionales de cría con las más modernas técnicas, siempre respetando al animal y su entorno, para garantizar un producto completamente sano y más sabroso y nutritivo. Carne, leche y huevos como las que comían nuestros abuelos.
Características de las granjas ecológicas
Pero el certificado de 'producto ecológico' en un producto animal es difícil de conseguir. Los controles de calidad estatales y de la Unión Europea son muy exhaustivos, y no es para menos. Los preceptos de la ganadería ecológica empiezan por la alimentación del animal, que debe basarse en pastos y piensos naturales, cultivados también de manera ecológica. Por ello, este tipo de ganadería también va ligado a la agricultura ecológica, que evita los pesticidas y productos químicos tóxicos para los animales.Además, el animal debe vivir en un espacio libre, que le permita correr, moverse a gusto y mantener una calidad de vida, lo que mejorará su organismo considerablemente. Otra de las características de la ganadería ecológica es que los animales deben ser tratados con remedios lo más naturales posible, evitando los antibióticos y los tratamientos hormonales (que controlan la reproducción y los hacen engordar). Otra manera de prevenir enfermedades, es que siempre se deben usar animales de la región, ya que están más acostumbrados al medio ambiente de la zona e inmunizados contra posibles enfermedades.
También la ganadería ecológica se centra en el transporte del animal, que debe ser rápido y en unas condiciones de espacio adecuadas, para minimizar el estrés y la ansiedad.
Productos de gran calidad
Los productos ecológicos son cada vez más demandados por consumidores, que buscan en ellos la calidad y el sabor incomparable. Cuando un animal ha disfrutado de su vida en libertad, comiendo de los verdes pastos y el pienso adecuado y natural, y tratado con el respeto que la Tierra y sus criaturas se merecen, los alimentos que se aprovechen de él serán mucho más saludables y de mayor calidad.Al principio, una de las grandes críticas a este sector fue, cómo no, la rentabilidad. Los ganaderos aseguraban que este tipo de ganadería era insostenible actualmente ante la gran oferta y demanda de productos animales. Nada más lejos de la verdad. Se ha demostrado que la ganadería ecológica es completamente rentable, ya que a la gente no le importa pagar más por un producto que le asegure calidad y salud. De hecho, consumiendo estos productos podríamos prevenir muchas de las enfermedades más nocivas que se producen en la actualidad por causa de pésimas maneras de tratar a los animales y alimentarlos, lo que nos ahorraría dinero en medicamentos y tratamientos.
Actualmente, esta conciencia de un mejor trato a los animales ha propiciado la aparición de muchas granjas ecológicas en la actualidad, y un gran número de consumidores en consecuencia. Según los últimos datos del sector ganadero, España es uno de los países de la Unión Europea que más utiliza este tipo de ganadería sostenible, que cada vez crece más gracias a la demanda de los consumidores.
Autores de las Imágenes: FreeCat (Flickr), comakut, flopisubmarina (Flickr), alvarogalvez (Flickr)
Fuentes: Guía sobre Ganadería Ecológica, larioja.org, Introducción a la Ganadería Ecológica (Juan Luís Martín), Braman, Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (España)