Ya sabéis todos lo que me gustan los países del norte de Europa, y eso que odio el frío, pero me siento atraído irremediablemente hacia sus costumbres, sus gentes y sus comidas. He visitado la zona en varias ocasiones y puedo decir que si no viviera en Barcelona, seguramente me mudaría a Estocolomo a Visby o a Oslo.
Tengo un muy buen amigo Sueco, que poco a poco me va contando pequeñas tradiciones de su país y con el que tuve la suerte de poder pasar unos días de ruta por las ciudades más bonitas de Suecia e incluso visitar la casa de sus padres, con un inmenso lago y un bosque enorme donde viven alces en libertad (Podéis ver alguna foto de ese viaje en mi galería de Flickr, aquí os lo dejo: album Suecia)
Bueno, pues al grano, como soy muy friolero, mi amigo me explicó que existe un método para entrar en calor las duras noches de frío, y noooo, no es ese que estáis pensando, marranooooos... Es el Glögg, o vino especiado. Cada casa y cada taberna tiene su receta secreta que pasa de generación en generación y que le transfiere un sabor diferente al resto. Yo que no soy amigo de los secretos os digo la mía, que espero que pongáis en práctica e incluso que mejoréis y me lo contéis...
Este vino se macera durante unas horas o días y luego se toma ligeramente caliente (nunca ha de hervir, ya que el alcohol se evaporaría). Es dulce y ligeramente especiado, lo que lo hace peligroso, por que entra muy rápido y sin darte cuenta ya te has bebido una botella... de ahí su éxito.
- INGREDIENTES:
1 litro de vino tinto (de calidad, pero sin pasarse)
6 cucharadas de azúcar (la receta original lleva 8)
2 ramitas de canela
7 clavos de olor
1 flor de anís estrellado
2 vainas de cardamomo machacadas
1 pizca de nuez moscada recién rallada
La piel de una naranja sin la parte blanca
El zumo de la naranja
Un poco de jengibre rallado (sin pasarse)
1 chorrito de vodka
- ELABORACIÓN:
Pelamos la piel de la naranja y eliminamos las partes blancas por que nos amargarían el resultado final.
Vertemos todos los ingredientes en una jarra y dejamos macerar toda la noche.
Al día siguiente lo ponemos en un cazo o una olla y lo calentamos sin que llegue nunca a hervir, durante unos 5-10 minutos a fuego bajo. Removemos de vez en cuando para que el azúcar se disuelva bien.
Colamos y dejamos que se enfríe a temperatura ambiente.
Antes de servir volvemos a calentar ligeramente.
Más fácil imposible verdad... Y más bueno tampoco!!!
- MARIDAJE:
Unas onzas de chocolate negro, un buen libro y una chimenea.
- COSTE: barato.
- DIFICULTAD: fácil.
- TIEMPO: 1 hora más tiempo de maceración.
- CALÓRICO: azúcar y alcohol... no digo más.