Ingredientes:
2 patatas grandes.
1 calabacín grande.
2 tomates.
3 o 4 salchichas tipo viena.
1 tarrina de queso crema de 200 gr.
150 gr. de leche.
3 huevos.
Los tallos verdes de 2 cebolletas.
Sal, pimienta y nuez moscada.
Queso parmesano recién rallado.
Comenzamos cociendo las patatas a fuego suave y con su piel. Cuando estén, las cortamos en rodajas de unos 2 centímetros de gruesas y reservamos.
Cortamos en rodajas el calabacín, lo escaldamos durante 2 minutos y lo reservamos en un lugar donde pueda ir perdiendo el agua sobrante.
Lavamos y pelamos los tomates, los cortamos en rodajas de 1 centímetro de gruesas y los reservamos también.
En un bol ponemos el queso crema, la leche, los tallos de cebolleta cortados en rodajitas y lo mezclamos todo. Después añadimos los huevos batidos, salpimentamos y ponemos también nuez moscada recién rallada. Volvemos a mezclar todo muy bien.
Encendemos el horno para que vaya tomando temperatura y buscamos un recipiente, que pueda ir al horno, con un mínimo de cuatro centímetros de altura.
Ponemos en el recipiente elegido unas gotas de aceite, las repartimos bien por toda la base y las paredes y empezamos a hacer capas.
Primero ponemos como base una capa de rodajas de patata y salpimentamos. Ponemos después una capa de rodajas de salchichas y, sobre ella, una capa de rodajas de calabacín que salpimentamos ligeramente también.
Sobre el calabacín añadimos otra capa de rodajitas de salchichas y sobre las salchichas una capa de rodajas de tomate en crudo.
Vertemos la mezcla que tenemos preparada en el bol sobre las verduras y añadimos un poco de queso parmesano rallado sobre todo ello.
Introducimos nuestro molde en el horno, que ya estará a 170º C, y dejamos hacer durante 20 minutos, o hasta que esté todo cuajado pero no demasiado reseco, y la parte de arriba tenga un bonito color dorado.
Queda riquísimo. Si te gustan los gratinados añadirás esta receta a tu recetario habitual