Ya sabréis que la quiche es una tarta salada con una base de pasta quebrada o masa brisa, una crema flanera de huevos y nata (crema de leche) (o leche evaporada, creme fraiche ...) y los ingredientes que más os gusten. Si hacéis la quiche Lorraine lleva puerros, bacon y emmental, pero podéis poner salmón, otras verduras como espárragos trigueros, calabacín, queso de cabra u otros ingredientes.
Para esta tarta yo he hecho la masa quebrada casera porque gana mucho, hay que cocerla en blanco lo que quiere decir es que la pondremos unos 20-25 minutos sin el relleno en el horno para que la masa no quede cruda. Otro truco es pintarla con clara de huevo para impermeabilizarla y que el relleno no la humedezca. Pero voy ya con la receta y vais viendo que en realidad es muy fácil.
Ingredientes:
Para la masa quebrada:
250 grs. de harina normal.
100 grs. de mantequilla fría.
Agua fría.
Sal.
Para el relleno:
5-6 lonchas finas de bacon.
1 puerro (o cebolleta).
4 huevos.
1 tarrina de 200 grs. de crème fraîche
100 grs. de queso emmental rallado.
1 cucharada de mostaza tipo dijon (opcional).
Primero haremos la masa porque tiene que reposar en la nevera, se puede hacer el día antes y sacarla un rato antes de utilizarla.
Se pone en un bol la harina, la mantequilla cortada en cubos y un pellizco de sal y se va apretando con los dedos hasta deshacer la mantequilla y que la harina quede como terrosa entonces vamos añadiendo cucharadas de agua fría hasta que cohesione y sea una masa compacta. Yo lo hago con la amasadora pero a mano no cuesta nada hacerla.
Se envuelve en papel film y se deja reposar en la nevera mínimo una hora para que la mantequilla se endurezca.
Encendemos el horno a 180 grados.
Sacamos la masa de la nevera, espolvoreamos una superficie con harina y la estiramos con un rodillo hasta que quede fina.
La ajustamos sobre el molde y la pinchamos con un tenedor para que no suba.
Se forra con papel de horno y se le pone peso, yo utilizo unos garbanzos que tengo sólo para esto.
Se mete en el horno caliente en la parte de abajo porque lo que queremos es que se cueza la masa y la tendremos 20 minutos.
Ahora vamos con el relleno, en este caso ponemos una sartén al fuego, no muy fuerte, con un poco de aceite y sofreímos el puerro cortado finito y cuando se ablande incorporamos el bacon también a trocitos pequeños, le damos unas vueltas y retiramos del fuego.
Escurrimos el aceite y sacamos a un plato para que se enfríe un poco.
Para preparar la crema hay que poner los huevos en un bol grande pero separaremos una clara para pintar la masa. Se bate un poco esa clara y cuando lleve 20 minutos en el horno la sacamos, quitamos el papel con los garbanzos y pintamos la masa con la clara de huevo, volvemos a meter la masa ella sola en el horno para que se selle 5 minutos más.
Mezclamos la clara con los demás huevos y se baten, se añade la creme fraiche y el sofrito de bacon y puerro que teníamos reservado.
Volvemos a sacar la masa del horno, si queremos pintar la masa con mostaza ahora es el momento, ponemos el queso rallado por encima y echamos la crema flanera en la masa.
La volvemos a meter en el horno a 180 grados entre 25 y 30 minutos y cuando pinchéis en el centro y el cuchillo salga limpio ya está. A mí me gusta ponerla en el primer carril del horno (abajo) así la masa se cocerá mejor y si me queda muy blanca al final la gratino 2 minutos y se dora por encima.
Con una ensalada es una comida genial!
Bye.