hoy, como es lunes, una receta vegetal, para desintoxicarnos un poquito del fin de semana. Es una receta vegetariana, que con un par de cambios se puede convertir en vegana o carnívora. Así todo el mundo puede disfrutar de ella.
Aunque se trate de una lasaña, es muy ligera porque sólo lleva verdura y no hincha tanto como la lasaña tradicional con carne y verduras. Pero el sabor es genial y siempre le podéis dar vuestro toque personal cambiando las especias o las verduras a vuestro gusto. De hecho, depende de la verdura que haya en la verdulería Lluna Plena, que es mi verdulería de cabecera, en ocasiones cambio un poco la receta.
La receta es ideal para hacer de un día para otro o incluso congelarla, congela muy bien y el resultado es muy bueno, igual que la hecha ese mismo día.
Ingredientes:
2 berenjenas grandes
1 cebolla dulce
1 calabacín
1 zanahoria
1 manojo de espárragos trigueros
8 ó 10 champiñones portovelo
1 pizca de sal
1 pizca de pimienta
1 pizca de jengibre en polvo
1 pizca de comino en polvo
1 chorrito de wisky o coñac
1 cdita aceite de sésamo (opcional)
1 cdita salsa de soja (opcional)
Aceite
Queso gouda (o cualquier otro para gratinar)
Bechamel:
30 grs mantequilla (margarina o aceite para la opción vegana)
30 grs harina
750 mil leche
Sal, pimienta y nuez moscada
Elaboración:
En primer lugar, cortamos las berenjenas en tiras de medio centímetro aproximadamente, las salamos y las pasamos por la plancha o sartén bien caliente con un poquito de aceite hasta que se tuesten por los dos lados.
Seguidamente, en una sartén ponemos un poco de aceite a fuego medio e incorporamos la cebolla cortada en brunois (a daditos pequeños) y rehogamos. Cuando empiece a transparentar, añadimos la zanahoria cortada en daditos pequeños. Movemos durante 2 minutos y añadimos los champiñones cortados en láminas.
Seguimos salteando y cuando los champiñones dejen de soltar el agua, añadimos el calabacín cortado en trozos pequeños y cuando empiece a pocharse, añadimos los espárragos cortados pequeños también.
Llega el momento de añadir el aceite de sésamo y las especias, menos la sal, y rehogar durante un minuto hasta que empiecen a soltar su aroma.
En ese momento, subimos el fuego y añadimos el licor y dejamos que reduzca, momento en que volvemos a bajar el fuego a fuego medio.
Añadimos la salsa de soja, probamos y rectificamos de sal si fuese necesario. No añadimos antes la sal porque las especias y la salsa de soja intensifican mucho el sabor y nos puede quedar salado o demasiado potente.
Retiramos todo a un bol y reservamos.
Ahora es el momento de la bechamel, que yo hago en la misma sartén para que recoja los sabores que se han quedado del salteado de verduras. Pero se puede hacer en un cazo a parte mientras se saltean las verduras.
Ponemos en la sartén la mantequilla y dejamos derretir. Añadimos la harina y la cocinamos durante un minuto para que no sepa a crudo. Incorporamos toda la leche de golpe y removemos con una varilla hasta que se deshagan los grupos. Seguimos removiendo hasta optener la consistencia que más nos guste y sazonamos con sal, pimienta y nuez moscada.
Precalentamos el horno a 180ºC
Ponemos 2 ó 4 cucharadas de bechamel en la mezcla de verdura e integramos, esto le dará más jugosidad a la mezcla.
Toca el momento de montar la lasaña. Ponemos en el fondo de una fuente apta para horno y ponemos primero una cucharada de bechamel en el fondo y la esparcimos.
Seguimos con una capa de láminas de berenjena, la mezcla de verduras, un par de cucharadas de bechamel, otra vez la berenjena y repetimos hasta terminar la berenjena y la mezcla de verduras.
Terminamos con una capa de bechamel y sobre ella espolvoreamos una capa generosa de queso.
Metemos en el horno hasta que la lasaña esté bien dorada y a disfrutar*.
Buen provecho.-
NOTA: Os recomiendo que la hagáis unas horas antes y la dejéis reposar en la nevera, así la bechamel enfriará y la lasaña tendrá más consistencia a la hora de cortar las porciones. Pero si tenéis prisa, directa al horno que también está muy rica.