Los campos, las huertas, las casas, la luz del atardecer cayendo sobre los árboles frutales y el río, que le daba vida a todo aquello
De camino de vuelta a casa, los dos sabían que aquel sería el lugar elegido
El lugar para reponer fuerzas del ajetreo de la semana
Apenas a unos kilómetros del bullicio diario, pero lo suficientemente alejado de los pueblos llenos de turistas durante todo el año
El proyecto tomó forma definitiva con la casa
Allí sus hijos aprenderían a amar la naturaleza, a disfrutar de la sencillez espectacular que les rodeaba
Una casa de campo, para qué, les decían algunos. Los hijos crecen y acabarán por dejar de ir
Más trabajo a la espalda, para qué, les decían otros. ¡Cuánta faena! ¿Quién quiere campo hoy en día?
Ellos sonreían y se miraban
Quienes les decían aquello, no podían entender. Nunca entenderían
Recoger la fruta del árbol. Plantar tu propio huerto y verlo crecer
Horas, esfuerzo. ¡Claro que si!
Pero qué era todo ese esfuerzo en comparación con las alegrías, los atardeceres, las risas de sus hijos quemados por el sol correteando entre árboles y plantas
Cada hora de cada fin de semana vividas en aquel trozo de tierra, había valido la pena
Sus hijos, aprendían cosas que nadie les enseñaban en el colegio
El campo
Del campo habían salido ellos. De sus padres, de sus abuelos
Ellos sí que sabían lo que era salir adelante en el campo. Luchar cada día para vivir, para sobrevivir
Todos queremos volver a nuestros orígenes. Ellos lo habían conseguido
Podían venir riadas o las siete plagas, lo que fuera
Volverían a levantarse, siguiendo el ejemplo de sus antepasados y volverían a levantar la casa, la huerta, los árboles
Aquello era suyo. Parte de su felicidad
El lugar elegido
PD Relato dedicado a Isabel Cuartero Navarro, salvando las distancias. Espero que aunque no sea exactamente la historia, sean las emociones
Todas las historias son ficción
INGREDIENTES
6 huevos
300 g de azúcar
360 g de aceite de oliva
350 g de harina
1 cucharada de canela
13 g de levadura
1 pizca de sal
ELABORACIÓN
Precalentar el horno a 220º con calor arriba y abajo
En un bol batir los huevos con el azúcar hasta integrar
Añadir el aceite. Integrar
Añadir la harina con la levadura, la canela y la pizca de sal. Integrar
Rellenar las cápsulas de magdalenas 3/4 partes
Espolvorear azúcar por encima
Hornear 15-20, según horno de cada uno
Receta de Aliter Dulcia en sus stories de Instagram
Consejos de La Farsa
*No abrir el horno
*Yo he utilizado una bandeja para magdalenas, colocando cada cápsula en cada los huecos.