¿Un detallito comestible para regalar?
Estos bizcochos en tarro son perfectos, es un detalle original y sencillo de hacer.
Si no os apetece de zanahoria , elegid otro sabor.
Ingredientes
200 gr. de zanahorias
150 gr. de almendra molida
4 huevos
150 gr. de azúcar
Ralladura y zumo de un limón pequeño
50 gr. de harina
Una cucharadita de café colmada de Maizena
Una pizca de sal
Chocolate fondant para decorar (opcional)
Preparación tradicional
Pelar la zanahoria y rallarla.Reservar.
Separar los huevos en yemas y claras y montar estas a punto de nieve con una pizca de sal.
Batir las yemas con el azúcar hasta que quede una mezcla espesa y blanquecina.
Añadir el zumo y la ralladura de limón.
Mezclar la almendra con la Maizena e incorporar a la crema de yemas.Añadir la zanahoria rallada.
A continuación, incorporamos las claras poco a poco y con movimientos envolventes
Preparamos unos vasos esterilizados untándolos en mantequilla y harina, retiramos bien el exceso.
Vertemos la mezcla del bizcocho hasta tres tercios de su capacidad, no suben mucho al no tener levadura.
Precalentamos el horno 10 minutos y metemos los vasitos a cocer por espacio de otros 20 minutos.
Comprobamos con una aguja si están hechos por dentro antes de sacarlos.
Rapidamente y, sin que pierdan calor, los tapamos con la tapa esterilizada y hacen el vacío automáticamente.
Preparación en thermomix
Pelamos la zanahoria y la troceamos en el vaso a v.6 durante 10 segundos.
Sacamos y reservamos.
Limpiamos y secamos muy bien el vaso.
Ponemos el azúcar y pulverizamos 30 segundos a velocidad progresiva.Bajamos con la espátula.
Ponemos la mariposa en la cuchilla e incorporamos los huevos,programamos 3 minutos, v 3, 37º.Cuando la máquina termine programamos los mismos valores sin temperatura.
Retiramos la mariposa ,incorporamos la sal,la almendra, la maizena, la harina y la levadura.Mezclamos a velocidad 4 unos segundos hasta que la mezcla sea homogénea.
Añadimos por última la zanahoria rallada y volvemos a mezclar con cuidado para que la masa no pierda volumen.
Preparamos unos vasos esterilizados untándolos en mantequilla y harina, retiramos bien el exceso.
Vertemos la mezcla del bizcocho hasta tres tercios de su capacidad, no suben mucho al no tener levadura.
Precalentamos el horno 10 minutos y metemos los vasitos a cocer por espacio de otros 20 minutos.
Comprobamos con una aguja si están hechos por dentro antes de sacarlos.
Rapidamente y, sin que pierdan calor, los tapamos con la tapa esterilizada y hacen el vacío automáticamente.
Yo los conservé, por curiosidad, entre una semana y quince días y estaban fabulosos.
Si añadís un poquito de chocolate fundido al abrir el tarro se convierte en un bocadito de lujo.