Pese a que se prepara de una u otra forma en todo el territorio español, su origen probablemente se encuentre en La Mancha.
Consiste básicamente en una fritada de diferentes hortalizas de temporada, donde se incluye calabacín o berenjena, cebolla, pimiento rojo, pimiento verde, ajo, y el cohesionador de todos esos ingredientes; el tomate.
Se cree que el plato procede de la famosa alboronía árabe, una preparación con verduras y pimentón.
Lo cierto es que hasta el siglo XVIII no comenzó la popularización de las hortalizas provenientes del nuevo continente, y no fue hasta el siglo XIX cuando el pisto apareció mencionado en algunas obras literarias de especial relevancia, como Voluntad de Benito Pérez Galdós.
La expresión coloquial "darse pisto", apela a la sencillez del plato, ya que se usa para hablar de alguien que se da más importancia de la que realmente tiene.
Aunque pudiera tener orígenes manchegos, lo cierto es que también es muy popular en Aragón y País Vasco, donde se prescinde en muchos casos de la cebolla y el calabacín, para agregarle huevo.
Apenas se ve actualmente, pero durante el siglo XIX sí fue bastante frecuente encontrarse con pistos que llevaban patata, algo lógico dada la humildad del plato.
Incluso, hay quien va más allá, y tomando como referencia el origen etimológico de la palabra, traza una línea temporal que lleva a un pisto que era un caldito para enfermos, es decir, un consomé. Como luego el plato derivó en algo radicalmente distinto, sigue siendo un misterio.
Lo cierto es que el pisto está más vigente que nunca, sirviendo como plato principal, y en muchas ocasiones, como guarnición para carnes o pescados.
Cómo hacer pisto en Thermomix
Vamos a ver las claves para cocinar un pisto espectacular en tu Thermomix.
En cualquier caso ya os adelanto que la elección de hortalizas de calidad es muy importante para el resultado final de nuestra receta.
Ingredientes:
Cebolla 300 g.
Pimiento rojo 150 g.
Pimiento verde 150 g.
Calabacín 300 g.
Aceite de oliva virgen extra 100 g.
Tomate triturado natural en conserva 400 g.
Sal 1 cucharadita
Pimienta molida
Elaboración:
La selección de ingredientes, como observaréis, es muy sencilla. Todo ingredientes de huerta muy accesibles. He escogido el tomate triturado natural porque nos ahorrará tiempo, y el resultado será tanto o mejor que si hubiéramos usado tomates frescos. Explicar, que no se trata de tomate frito, sino de una conserva de tomate natural, que suele venir en recipientes de hojalata o aluminio.
Aprendamos a diferenciar un buen pisto, de un pisto mediocre. Lo primero en lo que debemos fijarnos es en el color. El pisto tiene que adquirir un color rojo intenso, muy saturado, fruto de la caramelización del tomate. Cuando se sirve en el plato, el pisto no debe formar un charco de agüilla a su alrededor, sino que su estructura debe permanecer perfectamente integrada.
Para conseguir estos resultados, debemos tener en cuenta el factor humedad. En una fritada, los ingredientes deben evaporar buena parte del agua, o de otro modo el plato podría acabar siendo una piscina. Salvo que el tomate sea muy ácido, no agregaremos azúcar, puesto que el azúcar mismo de la cebolla, tiende a equilibrar los sabores. Hay quien añade un poco de pasta de ajo.
¿Es posible emular el mejor de los pistos en nuestra Thermomix? ¡Por supuesto, y en tres sencillos pasos que detallaré a continuación! Recuerda escoger siempre ingredientes de la mejor calidad, así te asegurarás de obtener un sabor delicioso.
Antes de poner en marcha el robot, tenemos que cortar los ingredientes. Pelaremos la cebolla y la cortaremos en mirepoix (es decir, en forma de cubo de 2 cm. de lado). Cortaremos también el pimiento rojo y verde en mirepoix. No olvidemos despepitarlos antes. El calabacín, en función de lo maltratada que tenga la piel, podrá ir con ella o pelado. Lo cortaremos en trozos del mismo tamaño.
Pondremos en el vaso la cebolla, el pimiento rojo, el pimiento verde y el calabacín. Trocearemos 5 segundos a velocidad 4.
Añadiremos el aceite de oliva virgen extra, la sal y la pimienta, y programaremos 20 minutos a 120 °C, giro inverso y velocidad cuchara.
Finalmente, incorporaremos el tomate triturado, que en caso de tener mucha agua, filtraremos un poco previamente en un colador. Programaremos 20 minutos a 120 °C, giro inverso y velocidad cuchara.
Es importante, antes de lanzarnos a servir, prestar atención a la consistencia, por si tuviéramos que darle más tiempo. El pisto se sirve caliente, y como mencionaba, puede ser un fantástico acompañante, incluso, para un sencillo y humilde arroz blanco. Tendrás una comida completa, nutritiva y muy económica, en un santiamén.
Se me olvidaba mencionar, que en muchas zonas de La Mancha, es bastante habitual encontrar el pisto con tajadas. Hablamos de una fritada de hortalizas como la que hemos visto, pero a la que se añaden algunas tajadas de pollo o conejo. Esto otorga más enjundia al pisto, al añadir elementos proteicos, haciéndolo completo por sí mismo, permitiendo que se convierta en comida de plato único.
¡A disfrutar!
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