Siempre hay una primera vez en todo y aunque una ya tenga una edad, aún hoy me quedan muchas cosas en las que iniciarme. Hoy comparto con vosotros una de estas primeras experiencias: la primera vez que cocino una quiche.
Dentro del amplio abanico de posibilidades que ofrece la cocina, opto siempre por recetas sencillas pero que supongan un reto para mí y con las que pueda aprender para poco a poco volverme más mañosa entre los fogones. Ya las iremos complicando cuando vaya cogiendo más tablas, pero hoy por hoy creo que podría organizar una cena para mis amigas y dejarlas con la boca abierta con platos como este, que no tienen ninguna dificultad pero son muy resultones y quedan buenísimos.
Esta quiche es de berenjenas, champiñones, jamón cocido y pimiento verde, porque era lo que tenía en la nevera y precisamente esta es una de las cosas que hacen de la quiche un plato versátil y maravilloso. ¡Imaginación al poder! Añádele los alimentos que quieras que siempre quedará buena.
Solo diré que mi chico (alias conejillo de indias) quedó impresionado con el resultado. Estaba rica rica y al día siguiente, ya fría, incluso aún más. Así que todos manos a la masa quebrada y a prepararla. ¡Éxito asegurado!
INGREDIENTES
- 1 lámina de masa quebrada o brisa (La Cocinera)
- 1 berenjena
- 2 pimientos verdes italianos
- 1 lata de champiñones laminados (125g) o si son frescos mejor que mejor
- 75g de taquitos de jamón cocido
- 2 huevos
- Queso rallado al gusto
- 200ml de nata (crema de leche) para cocinar
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta
PREPARACIÓN
¿Manos limpias? ¡Empezamos!
1. En primer lugar, introducimos la masa quebrada en un molde engrasado, recortando las partes sobrantes. Pinchamos el fondo varias veces con un tenedor y la introducimos en el horno precalentado a 180º durante unos 20 minutos (dependiendo de cada horno) hasta que esté bien doradita. Cuando ya esté, la sacamos del horno y la reservamos.
2. Lavamos la berenjena, le cortamos el rabito, la partimos en dos y la metemos en un recipiente apto para la cocción en microondas durante 3 minutos a máxima potencia para que se ablande un poco. Una vez lista, la cortamos en taquitos pequeñitos y reservamos.
3. Lavamos los pimientos, desechamos el capuchón, les quitamos las pepitas si las hubiera y los cortamos en trocitos pequeñitos.
4. Ponemos la sartén al fuego con un poco de aceite de oliva y salteamos los taquitos de berenjena y pimiento. Cuando ya casi estén, añadimos los champiñones que, si como en mi caso son de lata, solo necesitaran un golpecito de calor y mezclarlos bien con el resto de ingredientes.
5. Mientras, en un bol, batimos los huevos, les añadimos la nata (crema de leche) para cocinar, un puñado de queso rallado al gusto, los taquitos de jamón cocido y removemos bien. Salpimentamos y reservamos.
6. Agregamos la berenjena, los champiñones y los pimientos al bol con la mezcla de huevos, nata (crema de leche) y queso y mezclamos bien todos los ingredientes.
7. Vertemos la mezcla en el molde con la masa quebrada y lo introducimos en el horno precalentado a 180º durante unos 30 minutos aproximadamente dependiendo del cada horno en particular. La mejor forma de saber si ya está en su punto es pinchando con un palillo. Cuando salga limpio y notes que la mezcla ha adquirido la consistencia suficiente, la quiche ya estará lista para disfrutar.
La podéis tomar calentita, tibia o fría. Esta increiblemente buena de cualquier forma.