#nodejarásnilasmigasTS
Magníficos todos los panes típicos españoles que han aportado todas nuestras participantes.
Comenzamos con un pan crujiente que se suele usar como picoteo. Los colines tradicionalmente se han elaborado con restos de las masas que se usaban para otros panes y suelen usarse como acompañamiento.
Los colines no son exactamente iguales que los picos ni mucho menos que las regañás. Más similares a las rosquilletas valencianas, tienen una textura crujiente que permite se consumido solos.
Nuria, del blog Thermonuria, ha hecho una torta de Aranda: mi madre es de un pueblo de cerca y de pequeña íbamos a comprar las tortas allí, ¡¡¡ha sido un poco volver a la infancia!!!
Inicialmente, la torta de Aranda era una pieza de forma no muy definida que se usaba para saber si los hornos estaban a la temperatura adecuada para la elaboración del pan normal. En función del color que tomaba, el horno estaba frío (poco color) o demasiado caliente (la pieza se quemaba en poco tiempo). En tiempos posteriores vendría la costumbre de untarlo con aceite para que se tostara antes. Este tipo de pan pasó a usarse como pan para acompañamiento del lechazo y del vino local, especialmente en el sector de la restauración.
Como nos cuenta Carmen, de Recetas casa Carmen, las regañás son el complemento ideal de cualquier tapa.
La regañà es un pan seco original, muy TS, muy andaluz, de un municipio de Sevilla, se cree que de Alcalá de Guadaira. La historia de la regañá, se remonta unos 1.000 años atrás cuando se descubre que, al someter al calor excesivo sopas de cereal, se obtenía un alimento con bajo contenido en agua, muy apropiado para guardarlo y persistir en largos periodos de tiempo. Este pan se distribuía entre las tripulaciones de los buques, por su comodidad,ya que no se ponía duro, los marineros confinados por algún trabajo mal hecho,se les daba para su sustento y estos respondían a regañadientes,de aquí su nombre. Era el único sustento del día, por lo que se convirtió en una especie de entretenimiento al roerlo durante todo el tiempo.
Estela, del blog Mi dornillo, se ha decantado por los molletes de Antequera: El mollete ha sido un pan que tradicionalmente ha acompañado a la cultura gastronómica andaluza, aunque parece que su origen se remonta mucho más atrás. Algunos datos históricos apuntan a que el mollete puede ser una variedad del pan introducido por los árabes, también hay quien lo relaciona con el pan ácimo de origen hebreo.
Nada más típico en Málaga que el mollete de Antequera; es una pieza indispensable a la hora de disfrutar de un buen desayuno mediterráneo. Siempre ha sido asociado a la ciudad de Antequera y es en la ciudad del Torcal donde aparece una referencia capitular de 1775 en la que se concede el permiso para fabricar este tipo de pan.
Andrea, del blog, Andreía come de todo, se ha decantado por la barra Fabiola, una barra refinada de miga densa y prieta.
Al pan bregado le llaman "el señor de los panes" por su preparación, su historia y su presencia. Y aunque no suelen ser los más populares aún hay mucha gente se decanta por el pan de miga dura, de masa refinada. A mí no me ha quedado especialmente prensado pero si tenía todo su sabor. En casa nos encanta.
Desde el blog Tranquilitamente nos traen otra torta de Aranda, denominación que, desde enero de 2013, se da a la "Torta Castellana" o "Pan de Aceite". una receta de pan casero, fácil de hacer, y que sale bien desde la primera vez.
Los molletes están de moda :) María José, de Tapitas y postres, nos trae su versión y nos recuerda que si hay un pan que representa a la provincia de Málaga, son los molletes de Antequera. Parece que hay referencias de estos deliciosos panecillos desde el año 1775. Característicos por su corteza tierna y blanca, son perfectos para bocadillos tanto para niños como para mayores.
Mavi, nuestra castellonense de referencia, nos manda un pan muy de su tierra: una hogaza de pan o fogassa como la llamamos en Castellón. Ahora ya no tanto, pero antes no había almuerzo sin una buena fogassa para mojar en las salsa de nuestras tapas.