El salmorejo es una crema de tomate, receta tradicional cordobesa (Andalucía). Esta receta que os traigo en esta ocasión, Salmorejo sin pan, es una versión, como otras muchas que existen, donde se sustituye el pan por otro alimento, en este caso calabacín, quedando una receta mucho más ligera y prácticamente igual en textura y sabor. Constituye una variante mucho más moderna de la receta.
Últimamente el salmorejo se ha puesto muy de moda, tanto que casi está desbancando al gazpacho. Internet se ha llenado de recetas de salmorejo. Es curioso que la receta ha llegado hasta el The New York Times, Le Monde (con su soupe froide andalouse à la tomate), la BBC o The Guardian.Aunque no se sabe con exactitud de cuándo data esta receta, se sabe que es una receta de aprovechamiento, es decir, es una receta elaborada a partir de alimentos que sobraban de otras comidas, otros días o que incluso podían echarse a perder. Así, por ejemplo, en la receta tradicional en la que se utiliza pan, es muy recomendado utilizar
pan del día anterior que haya sobrado para que este absorba más humedad y el resultado final sea muy cremoso.
Desde sus orígenes, el salmorejo ha sido siempre un plato modesto dentro de la gastronomía local y se comía principalmente por las clases más humildes. El aditamento del huevo duro y el jamón serrano, que se añaden en la actualidad, es relativamente reciente.
Tal como podemos leer en el ABCdeSevilla, y según la historiadora y miembro de la Real Academia de Gastronomía, Almudena Villegas, parece ser que “salmorejo” tiene su origen en la palabra “aliño” y que en principio fue una salsa compuesta a base de agua, vinagre, sal y aceite con que aderezar el conejo. Las primeras referencias de la palabra “salmorejo” datan del siglo XVII, momento en que era una sopa de transición entre el viejo y nuevo mundo.
Los salmorejos son platos eminentemente mediterráneos, fruto de una cultura y forma de expresión. Y hay que destacar su importante herencia de la cultura y el uso gastronómico romano. En contra de lo que cree el público en general, en su origen no incluía tomate… Será tras el descubrimiento del Nuevo Mundo cuando se incorpore la hortaliza”.
En el portal de nutrición Nutricienta, podréis ver la receta de salmorejo cordobés tradicional y, además, con toda su información nutricional. Como dato curioso, en el resto de España existen otras recetas que comparten este mimo nombre aunque no se parezcan en nada ya que suelen ser guisos de carne.
Nutricienta también nos cuenta que además de sustituir el pan por calabacín, como en esta receta de salmorejo sin pan, podéis sustituirlo por zanahoria o manzana.
Salmorejo sin pan
Dificultad: muy fácil
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Ingredientes
Para 2 raciones
400g de tomate pera o rama
200g de calabacín
60ml de aceite de oliva
1 diente de ajo pequeño
1/2 cucharadita de sal fina
Para decorar al servir
1 huevo
Jamón serrano picado a taquitos pequeños
1 chorrito de aceite de oliva
Preparación
Lavad los tomates y pelad el calabacín. A continuación, trocead ambos y añadidlos al vaso de la batidora, junto con el diente de ajo. Batid todo junto durante unos 3 o 4 minutos hasta que quede una crema de textura fina.
Sin dejar de batir, añadid al vaso de la batidora el aceite de oliva poco a poco en un hilo, esto hará que emulsione mejor y la textura final del salmorejo quede más cremosa.
Finalmente, añadid la sal y volved a batir. Probad y rectificad de sal al gusto si fuese necesario.
Dejadlo reposando en el frigorífico por al menos 30 minutos para que quede fresquito y adquiera consistencia.
En la receta tradicional, el salmorejo se sirve con huevo cocido picado por encima, taquitos de jamón serrano y un chorrito de aceite de oliva.
Web: Commememucho
Esta receta de salmorejo sin pan resulta exquisita como aperitivo y también es un sabroso y delicado primer plato. Si lo hacéis muy espeso resulta muy saciante por lo que una pequeña cantidad será suficiente.