Habitual de la cocina mediterránea y también de la asiática. La sepia también se conoce como choco, está formada en su mayor parte de agua, tiene propiedades antioxidantes. Aunque una de las formas para cocinar este molusco es a la plancha, son muy variadas las recetas en las que puede incluirse.
Además de degustar la sepia en su tinta, también es habitual rebozarla y casa a la perfección con la pasta, el arroz y las verduras
Con esta receta participo en el reto del Asaltablog del mes de Abril de 2017, en esta ocasión le ha tocado el asalto al blog Per Sucar Hipa, un blog estupendo con el que he disfrutado mucho efectuando mi rapiña..
Ingredientes para 4 personas:
2 sepias medianas
8 gambas gordas frescas
200 gr de habitas
una cebolla
100 mililitros de vino blanco
150 mililitros de caldo de pescado
1 vasito de aceite de oliva
1/2 cucharadita de sal
Ingredientes para la picada:
3 rebanaditas de pan del día anterior
2 dientes de ajo
una ramita de perejil
1/2 cucharada de pimentón ahumado
1/2 cucharadita de cacao en polvo
1 cucharada de almendras fritas
Preparación:
En una cazuela con la mitad del aceite, freímos las 3 rebanadas de pan y los dientes de ajo y lo reservamos.
Añadimos el resto del aceite y freímos la gamba gorda y las reservamos.
En el mismo aceite sofreímos la cebolla picada, cuando esté blandita, añadimos las gambitas peladas, cuando cojan color, las sacamos y reservamos.
Incorporamos la sepia limpia y cortada en tiras, mezclamos bien y dejamos cocer a fuego lento durante 12 minutos.
Mientras preparamos la picada en el mortero, machacando las almendras, el diente de ajo, las rebanadas de pan frito, el pimentón, el cacao y el perejil. lo picamos bien hasta que se forme una pasta.
Añadimos a la cazuela el vino, las habitas y el caldo de pescado, dejamos cocer otros 15 minutos y a continuación echamos a la cazuela las gambitas reservadas.
Ponemos un cucharón de caldo en el mortero para que se disuelva la picada y la añadimos a la cazuela, removemos bien y colocar la gamba roja gorda por encima y cocer 5 minutos más.
Fuente: este post proviene de La cocina de Catina, donde puedes consultar el contenido original.
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