Esta deliciosa sopa es típica de los pueblos de la Serranía de Ronda. Aunque la receta tradicional no lleva jamón serrano, a mi me gusta mucho añadírselo ya que le da un toque bastante sabroso.
Otro detalle a tener en cuenta son los huevos. En la receta original se suelen escalfar justo al final de la cocción de las alcachofas. Como podéis ver, yo le agrego los huevos poché así que aprovecho este plato para explicaros cómo se hacen.
Ingredientes:
1 Kg de alcachofas
Caldo de verduras
2 cebolletas
3 dientes de ajo
3 hojas de laurel
125 gr de taquitos de jamón serrano
1 cucharada de harina
1 limón
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta negra molida
1 huevo por comensal
Comenzamos limpiando las alcachofas. Quitamos las hojas exteriores y las reservamos. Cortamos las alcachofas en cuartos y las sumergimos en agua con zumo de limón para que no se nos pongan oscuras.
En una cacerola amplia ponemos el caldo de verduras y añadimos las hojas de las alcachofas junto con una cebolleta. Dejamos hervir durante aproximadamente media hora.
En una sartén rehogamos los 3 dientes de ajo muy finamente picados. Le agregamos la otra cebolleta cortada en brunoise y las hojas de laurel. Cuando estén bien pochadas incorporamos la cucharada de harina y rehogamos unos segundos.
Añadimos las alcachofas bien escurridas y seguimos rehogando unos minutos.
Con la ayuda de una espumadera sacamos las hojas de alcachofa de la cacerola y dejamos el caldo limpio.
Incorporamos todo el sofrito de la sartén.
Dejamos hervir a fuego medio hasta que las alcachofas estén tiernas, aproximadamente durante 45 minutos.
Justo al final le agregamos el jamón serrano y un poco de pimienta negra molida. Probamos para rectificar de sal en caso necesario.
Para hacer los huevos poché ponemos papel film en un cuenco de cocina. Le añadimos unas gotas de aceite de oliva.
Ponemos el huevo y sazonamos.
Lo cerramos muy bien presionando con cuidado y cerrando con un hilo de cocina o un alambre plastificado.
En una cacerola pequeña ponemos agua y la llevamos a ebullición. En ese momento ponemos los huevos y contamos 4 minutos.
Los sacamos y ponemos en un cuenco con agua fría para cortar la cocción. Este paso es importante para que no se nos cuaje la yema y queden perfectos.
Servimos nuestra sopa bien caliente y colocamos un huevo en cada plato sacándolos cuidadosamente con la ayuda de una cuchara.