¡Hola a todos, amigos y amigas de Cocina Familiar! Hoy traemos una tarta bien fresquita y sabrosa, muy típica y tradicional en cuanto a su sabor pero a la vez bastante novedosa en cuanto a su preparación. Nuestra colaboradora Patricia nos enseñará a hacer esta tarta que lleva entre sus ingredientes gelatina. Si queréis ver otra tarta muy parecida en cuanto a su forma de hacer, no dejéis de visitar su blog y echad un vistazo a esta tarta de piña (pinchad aquí). Y si queréis ver todo lo que hace día a día y seguir su trabajo actualizado, pasaros por su Facebook.
Tarta de fresas y nata (crema de leche), la receta:
¡Muy buenas a todos, gentes del ancho mundo! Había estado yo pensando en qué receta traerles que fuese bien fresquita y sabrosa y me acordé de esta tarta que lleva fresas y arándanos, frutas que son mi debilidad.
Esta tarta de fresas y nata (crema de leche) con arándanos no lleva horno y su preparación es bien sencilla. A base de gelatina, la nata (crema de leche) se cuaja y termina dando una textura muy suave. No es una tarta empalagosa y bien fresquita, es deliciosa. La base de galleta es fantástica ya que la canela le aporta un sabor especial y novedoso.
¿Sabíais que la gelatina aporta nutrientes beneficiosos para la piel, las uñas y el cabello? ¿Y que favorece la digestión? Ya desde el Antiguo Egipto se utilizaba la gelatina para crear postres de frutas y platos con pescados. Además, esta tarta, al llevar la fruta fresca, conserva todas las propiedades de éstas. Por ejemplo, las fresas tienen propiedades antirreumáticas y diuréticas, eliminando el exceso de líquido de nuestro cuerpo y otros residuos como el ácido úrico. También tienen mucha vitamina C y son buenas para la piel y para las encías. Los arándanos también son otra fruta con bastantes propiedades. Favorece la circulación sanguínea, previene enfermedades de las vías urinarias, etc. Si queréis saber más sobre el arándano y hacer otra receta muy fácil con ellos, no os perdáis este helado de arándanos con nueces caramelizadas. Está de rechupete.
En definitiva, una receta de una tarta con frutas y gelatina muy recomendable. ¿Habéis cogido papel y lápiz? Pues venga que empezamos.
Tarta de fresas y nata (crema de leche), ingredientes:
Para la base: 130 gr. de galletas tipo María o speculoos, 70 gr. de azúcar de caña (o de la blanca), 2 cucharaditas de canela molida, 75 gr. de mantequilla derretida.
Para el relleno: 1 paquete* de gelatina de fresa Royal (u otra marca que os guste), 160 ml. agua hirviendo, 115 ml. de agua fría, media taza de cubitos de hielo, 250 ml. nata (crema de leche) para montar (crema de leche), 200 gr. de fresas y 50 gr. de arándanos.
Para la decoración: 300 ml. de nata (crema de leche) para montar (crema de leche), 3 cucharadas de azúcar glas, unos 15 arándanos y unas 5 fresas apartadas de las que hemos utilizado para el relleno.
*El paquete son 85 gramos.
Tarta de fresas y nata (crema de leche), preparación:
De la base:
Molemos las galletas con un procesador de comida o si no tenéis como yo, pues las metéis en una bolsa de esas de congelación, la cerráis bien y la aplastáis con un rodillo, un vaso o una botella de cristal. En pocos minutos estarán deshechas.
Derretimos la mantequilla en el microondas unos segundos, o al baño maría en el fuego.
En un bol, mezclamos las galletas molidas con la mantequilla derretida, el azúcar y la canela. Nos podemos ayudar con un tenedor. Echamos la mezcla sobre la base de un molde desmontable* redondo de unos 20 cm., la repartimos y la aplastamos bien con ayuda de una cuchara para que quede todo nivelado.
Metemos el molde en el frigorífico mientras preparamos el relleno.
*Aunque el molde sea desmontable, a mí me gusta ponerle siempre una base de papel de horno por si quiero quitarle la base y poner la tarta en otro stand diferente.
Del relleno:
Limpiamos y secamos las fresas y los arándanos. Las fresas las partimos en cuatro trozos.
En un bol mediano, ponemos el sobre de gelatina de fresa. Ponemos el agua a hervir en un cazo y cuando esté hirviendo, la echamos en el bol con la gelatina, removemos bien hasta que se haya disuelto completamente. Añadimos el agua fría y los cubitos de hielo, y seguimos removiendo hasta que se haya espesado sólo un poco. Reservamos.
Montamos la nata (crema de leche), pero que no quede muy dura, para que ligue bien con la gelatina. (Anécdota: monté la nata (crema de leche) a mano con unas varillas normales porque no tenía de las eléctricas. Pero siguiendo los consejos que doy abajo, no tardé ni 10 minutos). Cuando la tengamos montada, como hemos dicho, la mezclamos con la gelatina, con movimientos envolventes para que no baje mucho, hasta que tengamos una crema homogénea.
Añadimos las fresas cortadas y los arándanos. Mezclamos para que se repartan bien y dejamos en el frigorífico unos 5 minutos para que coja un poco de cuerpo.
Sacamos la base que teníamos en el frigorífico y le echamos la mezcla de gelatina. Extendemos bien y dejamos en el frigorífico unas 6 horas.
De la decoración:
Para decorar la tarta, simplemente montaremos más nata (crema de leche), que no nos quede tampoco demasiado dura. Le añadimos el azúcar glas , la mezclamos con movimientos envolventes y se la echamos por encima a la tarta, cuando ya esté cuajada y la hayamos desmoldado. Cortamos las fresas que teníamos reservadas y decoramos por encima junto con los arándanos que también habíamos reservado.
Ya está lista para servir y para disfrutar. Una tarta bien fresquita y extremadamente rica, que seguro va a encantar a toda la familia.
Tarta de fresas y nata (crema de leche), consejos:
Para montar la nata (crema de leche) debemos tener en cuenta tres cosas: 1. Las varillas con las que la vayamos a montar deben estar frías. Yo las meto unos 15 minutos en el congelador, antes de montar la nata (crema de leche). 2. El bol o vaso donde la vayamos a montar también debe estar frío. Es preferible utilizar un bol metálico y meterlo en el congelador también unos 15 minutos antes de montar la nata (crema de leche). Si podéis, cuando estéis montando la nata (crema de leche), hacedlo sobre cubitos de hielo. Así no se perderá el frío (sobre todo en verano). 3. Antes de montar la nata (crema de leche), metedla unos 4 minutos en el congelador.
Si no os gusta la fresa y preferís hacer la tarta de otra fruta, podéis cambiar el sabor de la gelatina. Sólo recordaros que con algunas frutas tropicales (como la piña y el kiwi), la gelatina no cuaja bien, por eso, habría que calentarlas primero para que cuajasen.
Otra receta de una tarta que os recomiendo:
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