Hay veces que tienes clara una receta, la presentación, la decoración, el sabor, pero no tienes claro cuándo es el mejor momento para hacerla. Te la vas reservando por si surge alguna ocasión especial y al final pasan los meses y sigues sin hacer la receta. No se va de tu mente ninguna semana y, con el paso de los días, le vas cogiendo tanto respeto que cada vez la vas posponiendo más.
Pues esto mismo me ha pasado con esta tarta que te traigo esta semana: está cuatro meses en mi cabeza, rondándome una y otra vez, pero siempre pensaba "la semana que viene sin falta la hago"... Así durante cuatro meses. Afortunadamente llegó un acontecimiento que se merecía esta tarta y era el cumpleaños de mi madre, de modo que ya no había excusas para no hacerla. Y gracias a eso hoy te traigo esta TARTA DE MANZANA VERDE CON DEGRADADO.
Supongo que ya lo habré dicho alguna vez (o si no lo he dicho, basta con mirar las recetas que he hecho hasta la fecha), pero no soy nada amigo de las tartas con fondant. Son bellísimas, con muchos detalles y mucho curro, pero luego el fondant no hay quien se lo coma. Soy más de decorar con cremas, con boquillas y con la manga pastelera. En cuestión de media hora se puede conseguir una decoración como ésta, súper vistosa y con un acabado muy profesional. Si te quedas a ver toda la receta te enseñaré esta técnica paso a paso.
INGREDIENTES DEL BIZCOCHO (para 3 moldes de 18 cm):
ELABORACIÓN:
1. Comienza mezclando el aceite de girasol con el azúcar. Puedes hacer esta parte de la receta con unas varillas manuales, sin usar ninguna máquina.
2. Ve añadiendo los huevos de uno en uno hasta completar los seis. A medida que los vayas incorporando la mezcla irá espesando.
3. Ahora es el momento de añadir las cucharadas de pasta de manzana verde Home Chef. Si no tienes, puedes sustituirlo por mermelada o compota de manzana.
4. Tamiza la harina con la levadura y la pizca de sal y sigue mezclando.
5. La pasta de manzana le aporta un poco de color, pero como queremos que el bizcocho sea todavía más verde, he teñido la masa con un poco de colorante verde en gel (Verde hoja de la marca Wilton).
6. Reparte la masa en partes iguales en los tres moldes. Puedes usar una cuchara de helado o pesar la masa y dividirla entre tres. Recuerda engrasar los moldes y precalentar el horno a 180ºC.
7. Hornea a 180ºC durante 25 minutos o hasta que al pinchar con un palillo en el centro salga limpio. Déjalos reposar en el molde 10 minutos y, cuando ya no estén muy calientes, desmolda e iguala los bizcochos usando una lira para tartas. Ponlos en una rejilla para que se enfríen por completo.
INGREDIENTES PARA EL RELLENO:
ELABORACIÓN:
1. Pela las manzanas y córtalas en daditos pequeños. Después ponlas en una sartén con el azúcar y la mantequilla a fuego medio.
2. Saltéalas en el fuego hasta que se caramelicen y queden doradas y blanditas.
BUTTERCREAM DE HARINA DE MANZANA VERDE:
Como ya publicamos hace tiempo la receta, sólo tienes que pinchar en el enlace que te pongo a continuación para consultarla: Buttercream de harina. También puedes acceder desde el apartado Tutoriales del blog.
Debes modificar estas cantidades para tener suficiente crema para cubrir y decorar la tarta:
- 6 cucharadas de harina.
- 330 ml de leche.
- 225 g de azúcar glasé Seda.
- 375 g de mantequilla sin sal.
- Colorante verde en gel (Verde Kelly de Wilton).
- 3 cucharaditas de pasta de manzana verde Home Chef.
1. Una vez que tengas la crema base hecha, añade las cucharaditas de pasta de manzana verde.
2. El resultado será una crema con cierto tono verde, pero muy pálido.
MONTAJE Y DECORACIÓN:
1. Prepara un almíbar con 100 ml de agua y 100 g de azúcar. Ponlo a calentar en el microondas durante unos minutos hasta que hierva. Después añádele una cucharadita de pasta de manzana verde y remueve bien. Pinta con él el primero de los bizcochos para que quede bien jugoso.
2. Cubre con una capa de crema de harina.
3. Pon manzana caramelizada por toda la superficie del bizcocho.
4. Coloca el siguiente bizcocho encima, ponle almíbar, crema y manzana como en los pasos anteriores. Vigila que quede bien centrado para que la tarta quede recta.
5. Finaliza el montaje con la última capa de bizcocho. Pon la parte más lisa hacia arriba y píntala también con el almíbar.
6. Cubre todo el contorno y la parte superior de la tarta con una fina capa de crema. Ésta se denomina capa "sujetamigas" y sirve para que el bizcocho no se desmigue y no estropee la decoración final. Déjala enfriar en la nevera durante media hora hasta que endurezca.
7. Una vez fría, pon crema en la parte superior y alísala o haz algún dibujo con la espátula. Yo he hecho una espiral.
8. Toma 4 o 5 cucharadas bien cargadas de crema y tíñela con colorante verde en gel. Yo he utilizado el Verde Kelly de la marca Wilton. Pon bastante cantidad para que el color sea intenso, ya que a partir de éste iremos haciendo el degradado. Usando una boquilla 1M de Wilton y una manga pastelera haz una primera línea de bucles en la parte más baja de la tarta. Coloca la boquilla sobre la tarta, llévala un poquito hacia la izquierda para hacer el bucle y continúa el dibujo hacia la derecha.
9. Retira toda la crema de la manga pastelera en un bol y añade 3 cucharadas más de crema sin teñir. Así conseguirás un tono de verde un poco menos intenso para que vaya contrastando con el anterior. Decora de la misma manera justo en la fila superior.
CONSEJO: puedes usar mangas desechables para cada color ya que si utilizas la misma sin limpiar, al final se van a mezclar los colores y va a quedar una decoración menos perfecta. Para no gastar tantas, he comprado una manga flexible reutilizable de la marca Ibili que me ha costado 5 euros. Te la recomiendo porque se limpia muy muy fácilmente con agua caliente y se seca enseguida con un trapo de cocina. Así te ahorras gastar 6 mangas de usar y tirar.
10. A medida que vayas terminando una fila, vacía la manga y añade más crema sin teñir, así hasta terminar la tarta. Puedes ponerla a refrigerar de vez en cuando para que la crema esté más firme y te resulte más fácil decorar sin miedo a que se desmonte. Ayúdate también de una mesa giratoria para que te sea más sencillo decorar todo el contorno.
11. Para la última fila, utiliza crema sin teñir para darle el último toque de contraste entre el primer tono de verde y el último.
Y aunque parece que lleva muchísimo trabajo, la decoración se puede hacer en cosa de media hora según la experiencia que tengas decorando con manga. Todo es cuestión de práctica.
Para decorar, hemos hecho unas banderitas con palos de brocheta, cinta de color verde y alambre dorado. Y así ha quedado la presentación final:
Esta semana siento no poderte enseñar el corte de la tarta pero, como era para celebrar el cumpleaños de mi madre, me pareció feo llevarle una tarta a la que le faltaba un trozo. Eso sí, quedó muy jugosa, tierna, con un sabor a manzana muy rico y la manzana caramelizada del interior le aportó un toque fresco y afrutado espectacular.
Además, esta técnica te da miles de opciones ya que puedes hacer el degradado del color que más te guste según la ocasión o lo que quieras celebrar. Espero que sorprendas a algún amigo o familiar preparando una tarta tan vistosa como ésta y me envíes alguna foto contándome qué tal te ha quedado.
Por último, me encantaría y no hay nada que me haga más ilusión que poderte tener dentro de la familia de cuchariter@s en las redes sociales. Así que te invito a unirte a la Fan Page de Facebook y a Instagram para que estés al día de todo lo que publicamos en el blog. También puedes suscribirte, escribirme por email o utilizar el resto de redes sociales que aparecen en la parte superior derecha del blog.
Te espero la semana que viene con una nueva receta con la que inauguramos oficialmente la Navidad. Ya tenemos preparadas unas cuantas y seguro que te encantarán.
Un abrazo enorme y gracias por leerme y visitarme todas las semanas.
Jon