Os aseguro que es una gozada, una tarta al whisky pero en la versión queso.
Fácil y sin horno, sin complicaciones y sumamente deliciosa. Me encanta la tarta al whisky y nunca la como, y pensando en hacer una casera se me ocurrió en hacerla con queso así me ahorraba el congelarla, y a modo de yema una crema catalana con su azúcar quemado.
Y así sumamos a la lista de tartas de queso una más y con un toque diferente, ya que es bien sabido mi amor incondicional y verdadero por ellas.
Os dejo la receta, espero que os guste!
INGREDIENTES (molde desmoldable 23cm)
200 gr galletas maría hojaldradas
100 gr mantequilla
200 ml nata (crema de leche) para montar
100 ml leche
100 ml whisky
125 gr azúcar
250 gr mascarpone
250 gr queso crema
5 láminas de gelatina
Ralladura de 1 naranja
Crema catalana
Los ingredientes de la receta divididos entre 4. Pincha aquí donde explico los pasos a seguir.
ELABORACION
Trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla fundida, lo colocamos en el fondo del molde a modo de base. Yo me ayudo con el culo de 1 vaso para que quede firme.
En un cazo ponemos todos los ingredientes menos la gelatina y a fuego bajo calentaremos hasta que todos estén bien unidos pero sin que llegue a hervir. Nos ayudaremos de una cuchara de madera o varillas para ir mezclando.
Añadimos la gelatina y diluimos.
Disponemos la mezcla en el molde y dejamos enfriar a temperatura ambiente, llevamos a la nevera un mínimo de 8 horas. Mejor de un día a otro.
Hacemos la crema siguiendo los pasos indicados y también la dejamos enfriar.
Cuando la tarta ya esté fría y cuajada ya podemos poner encima la crema y volvemos a meter en la nevera, cuidando que ya esté bien cuajada la tarta.
Antes de servir ponemos azúcar y quemamos, si no os gusta el sabor podéis espolvorear un poco de canela.