La de hoy es una tarta de queso y frutos rojos, en concreto, con fresas, frambuesas y arándanos. La receta la tengo desde hace tiempo, todavía no tenía el blog. La primera vez que la hice no la probé. De camino a la mesa se me resbaló la bandeja y la tarta terminó desparramada por el suelo, casi se me saltan las lágrimas. Dramas aparte, la tarta está buenísima, es suave y cremosa, de sabor muy agradable y muy fácil de hacer. Inicialmente no le ponía los frutos rojos, pero viendo lo bien que combinan segurísimo que la repetiré así.
INGREDIENTES:
Para la masa base:
250 gr de harina, 125 gr de mantequilla reblandecida, 30 gr de azúcar, 1 huevo, 1 pizca de sal, 2 cucharadas de agua
Para el pastel:
400 gr de queso tipo philadelphia, 1 yogur natural, 40 gr de maizena (fécula de maíz), 250 gr de azúcar, 100 ml de aceite (oliva suave o girasol), 3 huevos
Para la decoración:
3 cucharadas de mermelada de frutos rojos, fresas, frambuesas, arándanos
ELABORACIÓN:
1. Empezamos haciendo la base del pastel. Colocamos la harina tamizada en un cuenco amplio o directamente en la superficie de trabajo. A continuación, la amasamos con la harina, la mantequilla, el huevo, el azúcar, el agua y la sal. Trabajamos la masa hasta que los ingredientes estén bien integrados, formamos una bola con ella, la envolvemos en papel de aluminio y la dejamos reposar en la nevera una hora.
2. Continuamos preparando el pastel. Separamos las claras de las yemas de huevo. En un recipiente batimos las yemas con el queso, el azúcar, el yogur, la maizena y el aceite. Podéis hacerlo con varillas eléctricas.
3. Montamos las claras a punto de nieve y las agregamos a la mezcla anterior poco a poco y con movimientos envolventes.
4. Precalentamos el horno a 170º.
5. Forramos el interior y las paredes de un molde desmontable con la masa base (22 cm de diámetro), y sobre él vertemos la mezcla del pastel. Cocemos en el horno 50 minutos sin abrirlo. Dejamos que se enfríe poco a poco con la puerta del horno entreabierta.
6. Desmoldamos y decoramos la tarta extendiendo una capa fina de mermelada sobre la superficie. Encima colocamos las fresas, las frambuesas y los arándanos.
Nota: durante la coción de la tarta le salió una pequeña grieta que fue desapareciendo al enfriar, luego quedó totalmente disimulada al colocar la fruta encima.
¡Buen provecho!
Nos vemos en la siguiente publicación, mientras podéis encontrarme en mi página de Facebook o en Twitter.