Algunos ejemplos
Es vegetariana pero trabajaba en una carnicería y es buena en su oficio
Le apasiona la música pero es incapaz de dar un solo paso de baile
Nunca quiso casarse y ya va por su segundo marido, aunque está pensando desde hace unos días en cómo dejarlo, duda entre una nota encima de la almohada o mejor dejarla en el espejo del baño
Nunca le gustó cocinar pero todo el mundo dice que lo hace como los ángeles
Sobre esta última cuestión todo el mundo opina
Todos la cuestionan. Piensan que alguien le ha tenido que enseñar a cocinar
No tiene un solo libro de recetas en su casa
De hecho, nunca se ha interesado por nada que tenga que ver con la cocina
Entra en la cocina por obligación, por inercia
De la misma forma que va de lunes a sábado a su puesto de trabajo en la carnicería
Todos la envidian
El juego favorito de sus amigos es improvisar cenas. Ellos deciden los ingredientes, se los dejan en la cocina y esperan
Ella nunca sabe que le traerán. Se presta a ese juego con resignación
La cosa se ha ido complicando cada vez más: ingredientes cada vez más exóticos, combinaciones de sabores y texturas imposibles...
Hasta hoy, todos sus amigos han perdido las apuestas
Todos han saboreado cada uno de los platos que ella les ha preparado
Hasta ahora no han logrado encontrar ninguno de sus platos en ningún libro, revista, internet
Nada
Han hablado muchas veces sobre eso. La intentan convencer de que se podría hacer de oro. Cualquier restaurante la contratarían, los cocineros de renombre se la rifarían...
Dicen que quien sabe mucho, escucha
Pero, ya saben, ella es pura contradicción
Ella calla porque no le interesa
No le interesa porque le trae sin cuidado
A ella, lo que le gustaría de verdad, sería saber bailar
Pero, en su fuero interno, sabe que si supiera bailar...no le gustaría la música
Y posiblemente tenga toda la razón del mundo
Por eso, tal vez, solo tal vez, ella no se interesa por la cocina
¿Y si dejara de saber cocinar?
Acordaos: ella es pura contradicción
INGREDIENTES
Para el bizcocho
2 huevos
30 g de harina
1 pizca de sal
60 g de azúcar
20 g de coco rallado
Para la crema pastelera
4 yemas de huevo
500 ml de leche
100 g de azúcar
30 g de coco rallado
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 palo de canela
La piel de un limón
40 g de maicena
50 g de mantequilla
1 lámina de hojaldre
Para decorar
Azúcar glas
Canela en polvo
ELABORACIÓN
Hornear el hojaldre
Cortar el hojaldre del tamaño de la cubeta
Pinchar con un tenedor todo la base
Colocar en la cubeta con el mismo papel en el que viene
Menú Horno 10 minutos + Tapa horno 10 minutos a 200º
Preparar la crema
En un cazo, poner la leche, el palo de canela, la esencia de vainilla y la piel del limón
Fuego bajo 5 minutos
Reservar
En un bol, batir las yemas, la maicena y el azúcar
Colocar la leche, retirando la canela y la piel de limón
Volver a poner al fuego bajo
Añadir la mezcla de yemas
Remover continuamente para que no se hagan grumos
Dejar espesar bien
Añadir el coco rallado
Retirar del fuego
Mezclar
Añadir la mantequilla
Mezclar
Dejar enfriar
Tapar con papel film y meter en la nevera
El film debe tocar la crema para que no se endurezca
Prepara el bizcocho
En un bol, batir los huevos hasta que blanqueen
Añadir el azúcar
Batir
Añadir el coco
Batir
Añadir la harina tamizada y la pizca de sal
Batir
En la cubeta poner papel horno
Verter la masa en la cubeta
Menú Horno 15 minutos
Reservar
Montar la tarta
Poner el bizcocho en un plato
Cubrir de crema pastelera todo el bizcocho
Colocar encima el hojaldre
Espolvorear con azúcar glas y canela en polvo
Dejar reposar en la nevera hasta el día siguiente
Receta adaptada de Al sur del sur