Acabamos de volver de vacaciones y ya estamos otra vez de viaje... ¡¡Qué suerte!! A mi que me gusta más hacer una maleta que otra cosa, estoy encantada.
Hoy día 10 de Septiembre, aterrizamos en suelo noruego, en la tierra de los trolls, donde la naturaleza se muestra en estado puro. Noruega es conocida por sus atractivos naturales como las montañas, los fiordos, las auroras boreales o el sol de medianoche...
Las frutas como las manzanas, las ciruelas, las cerezas, las peras y las bayas son una parte importante de su tradición culinaria, ya que muchas de ellas se emplean no sólo para preparar postres sino también para acompañar o formar parte de algunos platos salados.
Yo no conozco Noruega pero cuando viajé a Finlandia, país nórdico también al fin y al cabo, probé el estofado de carne de reno acompañado con una salsa de frutas del bosque y es que en los países del norte de Europa, debido a su clima, abundan las bayas y los bosques están plagados de ellas.
Me han llamado la atención unas moras de color naranja, típicas de las zonas pantanosas y que era la primera vez que veía. Con ellas se hace la "Multekrem", un postre típico que se prepara mezclando estas moras con nata montada (crema de leche).
También son muy habituales las tartas de manzana, el "Riskrem" o gachas de arroz mezcladas con nata montada (crema de leche) y acompañadas de una salsa de frutos rojos, el "Kransekake" o tarta en forma de anillo hecha de almendras, las galletas que se preparan en Navidad...
Los gofres también están muy extendidos en el país pero son diferentes a los que conocemos, ya que son redondos, suaves y esponjosos y se doblan para comerlos con una sola mano, normalmente rellenos de mermelada, nata (crema de leche) o queso.
También deciros que los noruegos son grandes consumidores de café y que Noruega se encuentra en la segunda posición del ranking de consumo de café per cápita.
Los noruegos tienen fama de ser muy buenos reposteros y la receta que os traigo es una joya de la repostería noruega.
Es una tarta con origen en Kaefjorden, fiordo de la región de Troms, cerca del círculo polar ártico, y fue la ganadora en un concurso organizado por la Radio Nacional Noruega y declarado "Pastel Nacional" en el año 2002 y desde entonces en cualquier casa noruega lo llaman "verdens beste" o lo que es lo mismo "el mejor del mundo".
Consiste en una capa de bizcocho hecho con yemas y una capa de merengue con unas almendras por encima. Ambas capas se hornean juntas y dan lugar a una textura esponjosa a la vez que crujiente. El merengue dorado y el relleno de nata montada (crema de leche) con sabor a vainilla hacen de esta tarta un bocado delicioso.
Ingredientes
150 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
225 + 150 gr. de azúcar
170 gramos de harina
1 cucharadita de levadura
1 cucharadita de canela
1 pizca de sal
5 huevos grandes, separados
85 ml. de leche entera
20 gr. de coco rallado
25 gr. de almendras laminadas
250 ml. de nata (crema de leche) líquida para montar 35% M.G.
1 cucharadita de extracto de vainilla
3 plátanos pequeños en rodajasElaboración
Precalentamos el horno a 180º C.
Forramos un molde con papel vegetal y lo engrasamos con un poco de mantequilla.
En un recipiente grande utilizando una batidora eléctrica de mano, batimos la mantequilla y los 150 gr. de azúcar hasta que esté suave y cremosa, unos 3 minutos.
Agregamos la harina, la levadura, las especias y la sal y seguimos batiendo a velocidad baja hasta que estén biez mezcladas. Añadimos las yemas de huevo y la leche y seguimos batiendo hasta que se mezclen, y vertemos la mezcla en el molde.
Vertemos las claras en el vaso de una batidora de pie y añadimos el azúcar restante. Montamos las claras a punto de nieve hasta que formen picos suaves.
Vertemos las claras sobre la mezcla anterior en el molde con cuidado y horneamos durante 30-40 minutos o hasta que el merengue esté dorado.
Cuando el pastel lleva 15 minutos en el horno, lo sacamos y cubrimos el merengue con el coco rallado y las almendras fileteadas. Volvemos a meterlo en el horno y lo dejamos de 15 a 25 minutos más.
Dejamos enfriar el pastel en el molde sobre una rejilla y mientras tanto, preparamos la nata (crema de leche) para rellenarlo.
Vertemos la nata (crema de leche) líquida en un recipiente y agregamos la vainilla. Batimos a punto de nieve con una batidora eléctrica unos 3 minutos.
Cortamos el pastel transversalmente por la mitad con un cuchillo de sierra y lo rellenamos con la nata montada (crema de leche) y las rodajas de plátano.
Refrigeramos una hora antes de servirlo.
Yo no sé si será o no el mejor pastel del mundo, porque eso va en gustos, pero desde luego está delicioso.
Los plátanos y el coco, que son una variación con respecto a la receta original, combinan a la perfección y os lo digo porque me llamó la atención que las niñas, que lo probaron en momentos diferentes y por separado, coincidieran en decir lo buenos que estaban los plátanos con la nata (crema de leche) y el merengue.
Pero esto también va en gustos, así que y siguiendo la tradición noruega, seguro que otra opción impresionante sería utilizar frutas del bosque o fresas para acompañar al relleno de nata (crema de leche) o no utilizar ninguna fruta (porque en realidad, la receta original no la lleva).
Vosotros veréis qué hacéis. En vuestras manos lo dejo y sé seguro que os va a encantar.
Qué ganas tengo de ver lo que han preparado mis compañeros, porque estos viajes gastronómicos resultan ser, la mar de instructivos.