¡Muy buenas gastrolovers!
Hoy os quiero hablar del ajoblanco, uno de los platos tradicionales de mi tierra, Málaga, que está muy arraigada en cualquier hogar y se puede degustar en cualquier restaurante tradicional. Aunque los malagueños defendemos con uñas y garras este plato, es cierto que también se elabora en otras capitales andaluzas y extremeñas.
El ajoblanco es una sopa fría de origen humilde. Se trata de una receta sencilla y nutritiva en la que se maja pan con almendras, ajo, aceite, agua y a veces un poco de vinagre, añadiéndole trozos de fruta cómo melón o uva.
En épocas de escasez cómo en la posguerra, el pan se sustituía por harina de habas secas.
Se sirve cómo aperitivo o primer plato, aunque los grandes fans de éste plato lo llegamos a comer cómo plato principal en verano.
La receta varía ligeramente en sabor y textura de municipio en municipio y de casa en casa.
Se piensa que el origen de esta sopa podría ser romano debido a sus ingredientes, aunque hay quienes piensan que es una herencia griega.
Originariamente, el ajoblanco se consumía con una textura más densa, la idea era alimentar, pero la nueva cocina le ha dado una vuelta de tuerca muy interesante a este plato, tamizando siempre la crema y coronándola con los productos más variados: Diversas frutas cómo higos o peras, trocitos de pescado, de foie , nieves echas a base de vino tinto y aromatizadas con naranja, vainilla, clavo…
Cómo veis, es un plato muy versátil que se torna cómo un lienzo para la mente creativa.
Si queréis probar la receta tradicional (con pan) con un toque moderno, os dejo la de uno de los grandes cocineros malagueños: Jose Carlos García.
¡Doy fe de que su ajoblanco está buenísimo!
Para hacer esta receta sin gluten, basta con seguir la receta tradicional utilizando pan sin gluten, pero yo hoy os voy a hacer una propuesta diferente que seguro que os encantará:
Ya podéis encontrar inspiración para cocinar en la última canción de la banda sonora de mi cocina e ir preparando los siguientes ingredientes:
– 200 gr de almendras peladas
– 2 manzanas Granny Smmith peladas
– 2 nectarinas grandes y maduras , peladas
– 1 c/s de vinagre de módena (fijáos en los ingredientes y que no os den gato por liebre. El vinagre de módena no debe de llevar azúcar)
– 1 diente de ajo (retiramos el germen) pelado
– 3 y 1/2 vasos de agua mineral
– sal al gusto
– Un poco de AOVE para decorar
– Unas hojas de albahaca para aromatizar
En la batidora, vamos a batir las frutas troceadas con un vaso de agua y el diente de ajo. Poco a poco iremos añadiendo las almendras, el resto del agua, sal y el vinagre. Batimos hasta conseguir una textura fina y cremosa.
Tamizamos y reservamos en el frigorífico hasta que nuestro ajoblanco esté bien fresquito.
Cuando lo vayamos a servir, una vez listo en cuencos o vasos, añadimos unas gotas de AOVE y unas hojas de albahaca.
Espero que os haya gustado esta sana y nutritiva sopa fría de mi tierra.
Y recordad…
Las recetas están para cambiarlas
¡Un abrazo enorme y feliz agosto!