Hace mucho tiempo que tenía esta tarta en mente y por unas cosas u otras al final no la haces y las vas dejando para otro momento mejor. Y no entiendo por qué si esta tarta me gusta de toda la vida y en general todo lo que lleva fruta me encanta.
El caso es que hace unos meses vi en internet un Apple Pie que me encantó y además se lo vi a una bloguera que sigo desde hace tiempo porque hace auténticas maravillas y siempre nos lo muestra todo con mucho cariño.
Finalmente decidí que era el momento de hacerla cuando recibí unas maravillosas manzanas Val Venosta y si os digo la verdad nunca he probado unas manzanas tan sabrosas y aromáticas. Cuando abrí la caja que las contenía y pude oler el aroma que desprendían, me di cuenta de que no eran cualquier manzana así que tarde medio segundo en ir a lavar una de ellas. No tengo palabras para describir lo que disfruté comiéndomela, hacía tiempo que no comía una manzana con la textura y sabor que tenía aquella. Y es que tampoco es de extrañar ya que son manzanas que se cultivan en los Alpes italianos y gracias al clima y al cuidado que pone esta asociación de cooperativas en su cultivo, consiguen un producto difícilmente igualable en calidad y sabor.
Mirar las manzanas Golden Delicious ( y la maleta y mochila donde venían guardadas) antes de convertirse en un rico pastel
Os comentaba al principio de esta entrada que tenía ya fichado un pastel de manzana y se trataba el de mi querida Biljana del blog Mis Dulces Joyas y es que justamente lo que podemos encontrar en su blog son auténticas joyas, como este Pie que a decir verdad, es una de las tartas más ricas que he comido nunca y estoy segura que es por la unión de la calidad de estas manzanas con la maravillosa receta de Biljana . La receta, ella a su vez la saca del blog Joy of Baking y de hecho os recomiendo que si decidís hacer esta tarta (que espero que sí ;-)), miréis el vídeo donde Stephanie Jaworski nos explica con un sencillo y detalladísimo paso a paso como conseguir hacer un Apple Pie absolutamente perfecto. Empezando por el relleno, que de verdad es espectacular y terminando por la masa quebrada dulce que, particularmente yo no he probado una igual.
Decir que a mi se me han resistido los bordes, quiero decir, el darle una forma bonita como hace Stephanie en el vídeo. Lo que a mi particularmente me ha fallado es que al colocar la tapa de masa quebrada de arriba y sellarla con la de abajo metiéndola bajo ésta, no dejé suficiente holgadura como para hacerle los típicos pliegues tan característicos de esta tarta, por lo que al intentar hacer el primero y ver que si seguía por ese camino, la masa se me iba a romper, decidí dejarla con los bordes como veis, sin ninguna doblez antes de manipular la masa de nuevo y romperla. Y es que, después del increíble relleno que había conseguido hacer, a base de dejar macerar las manzanas durante tres horas con azúcar y canela y haberle hecho un maravilloso almíbar con su propio jugo que sería con el que después se cocinarían las manzanas en el interior del horno, decidí que sería la siguiente tarta que hiciese, a la que intentaría hacerle los pliegues igualitos a los de las tartas de las películas de dibujos
INGREDIENTES:
Para la masa quebrada:
400 gr. de harina
240 gr. de mantequilla fría cortada en cuadraditos
65 gr. de azúcar
1/4 de cucharadita de sal
1 huevo L
3 ó 4 cucharadas de agua helada
Para el relleno:
8 manzanas (Golden Delicius, Granny Smith o las que a ti más te gusten)
50 gr. de azúcar
55 gr. de azúcar moreno o azúcar mascabado
15 ml. de zumo de limón
1/4 de cucharada (tsp) de sal
1 cucharada (tsp) de canela en polvo
30 gr. de mantequilla
15 gr. de maizena
Para pincelar al final:
1 huevo batido
1 chorrito de nata (crema de leche) líquida
ELABORACIÓN:
Para el relleno de manzanas:
Vamos a comenzar preparando las manzanas ya que éstas deberán estar macerando durante 3 horas y así durante ese tiempo podemos ir preparando la masa quebrada. Lavamos, pelamos y descorazonamos las manzanas y las cortaremos en gajos ni muy finos, ni muy gruesos.
En un bol grande echamos las manzanas en gajos y le añadiremo el zumo de limón, removiendo bien con las manos con el fin de que todos los gajos de manzana se mezclen bien con el zumo para evitar así que la fruta se oxide y se oscurezca.
Añadimos ahora los dos tipos de azúcar, la sal y la canela y removemos hasta conseguir que las manzanas se impregnen bien de todos los ingredientes.
Dejamos que las manzanas maceren con el bol tapado durante dos o tres horas (yo las dejé tres).
La última media hora de reposo de las manzanas, lo que haremos será echarlas sobre un colador y éste a su vez estará colocado sobre otro recipiente para recoger todo el jugo que hayan soltado las manzanas durante la maceración. Dejamos así durante 30 minutos hasta que las manzanas acaben de soltar todo el jugo.
Echamos el jugo de las manzanas en un bol apto para microondas y le añadiremos la mantequilla. Lo introducimos en el microondas durante 7 u 8 minutos o hasta que observes que el líquido se convierte en una especie de almíbar de color marrón oscuro y su consistencia sea más bien espesa.
Mientras caramelizamos el jugo de las manzanas en el microondas, echaremos éstas en un bol grande y les añadiremos la Maizena. A continuación añadiremos el jarabe que acabamos de hacer y mezclaremos bien hasta que las manzanas se hayan impregnado todas de él.
Para la masa quebrada:
Tamizamos juntos la harina, la sal y el azúcar y mezclamos con una cuchara.
Añadimos la mantequilla muy fría y cortada en cuadraditos y comenzaremos a mezclarla con la harina. Haremos como si la frotásemos, manipulando la mezcla lo menos posible ya que no nos interesa que la mantequilla pierda frío.
Cuando obtengamos la consistencia parecida a la arena mojada, añadiremos el huevo previamente batido y el agua helada (yo la dejé un rato en el congelador) y sin amasar, haremos que los ingredientes se junten. Formaremos una bola con la masa. Si ves que está un poco seca la masa, añadiremos una o dos cucharadas más de agua fría.
Dividimos la masa en dos y formamos dos bolas que estiraremos con ayuda de un rodillo y procurando darle forma de círculo, pero sin mucho cuidado ya que la forma y diámetro definitivo, se lo daremos un poco más adelante.
Depositamos los círculos en dos bandejas diferentes (cubiertas con papel de hornear) y los cubriremos con film transparente. Los dejamos reposar en la nevera durante 1 hora.
Sacamos uno de los discos de la nevera y sobre una superficie ligeramente enharinada, lo estiraremos un poco dándole la forma definitiva y procurando que sea lo más circular posible y de un tamaño de unos 30 cm. de diámetro aproximadamente. Lo colocamos sobre el molde que vayamos a utilizar para hornear nuestra tarta. Con ayuda de un pincel, quitaremos el exceso de harina que haya quedado pegado a nuestra masa y la ajustamos bien dentro del molde y por los lados. Cortaremos con unas tijeras o con un cuchillo afilado, los bordes que sobresalgan. Pinchamos ligeramente la base con un tenedor y la cubrimos de nuevo con film tranparente y dejaremos que repose en la nevera.
Sacamos de la nevera el otro disco y hacemos lo mismo que con el anterior solo que al ser la tapa de nuestra tarta, lo volveremos a dejar en la bandeja cubierta con papel de horno y tapamos la masa con film transparente. Lo introduciremos también en la nevera hasta el momento de ponerle el relleno.
Montaje de la tarta y horneado:
Sacamos la masa que teníamos reposando en la nevera y la dejamos a temperatura ambiente durante 5 minutos aproximadamente.
Vertemos el relleno de manzanas que hemos preparado sobre el molde que está forrado con el disco de la masa y apretamos bien las manzanas con ayuda de nuestras manos, pues deben quedar bien asentadas y sin dejar huecos libres entre ellas. Haremos que el relleno tenga forma de una pequeña montaña, teniendo más manzanas en el centro que en los lados.
Colocamos encima el otro disco que teníamos en la nevera y con cuidado lo apretamos contra las manzanas para que la masa se acople bien con las manzanas. Recortamos los bordes sobrantes tomando la precaución de dejar que sobresalga unos 2 ó 3 cm del molde. Humedecemos un poco los extremos de la masa y la vamos a ir intoduciendo (la masa que cubre las manzanas) por debajo de la masa que está debajo de las manzanas cubriendo el molde, de tal manera que nuestra tarta quedará perfectamente sellada, evitando así que el jugo de las manzanas cuando se cocinan, salga por entre la masa.
Con ayuda de los dedos haremos las clásicas hondas para decorar los bordes de la tarta (os recomiendo que miréis el vídeo que nos deja Biljana en su entrada porque Stephanie lo explica perfectamente bien. (Yo en la siguiente juro que lo intento).
Con ayuda de un cuchillo afilado y con punta haremos ahora los clásicos cortes en el centro de la tarta. Haremos mas o menos 5 cortes de unos 3 cm. de largo cada uno y procurando hacerlos en forma de estrella. De esta manera el vapor que se produce durante el horneado podrá escapar a través de estos pequeños cortes.
Tapamos la tarta con film transparente y la introducimos en la nevera durante 15 ó 20 minutos.
Precalentamos el horno a 190ºC.
Sacamos la tarta de la nevera y la pincelamos bien por toda la superficie,con una mezcla de huevo batido y un chorrito de nata (crema de leche) líquida.
Horneamos la tarta durante 10 minutos a 190ºC. Después bajamos la temperatura del horno a 180ºC. y horneamos durante 35 minutos más. Si observaras durante este tiempo que la tarta se está dorando demasiado, la cubriremos con un trozo de papel de aluminio para evitar que se nos queme.
Pasado este tiempo comprobaremos si la tarta se ha hecho bien por dentro pinchando con un cuchillo por una de las ranuras que habíamos abierto en la superficie. Si observamos que las manzanas están tiernas sin llegar a estar blandas, es que ya está lista nuestra tarta. Si observaras por el contrario que todavía están demasiado duras (y esto dependerá en gran parte del tipo de manzana que hayamos elegido), dejaremos que se cocine durante 10 minutos más.
La sacaremos del horno y la dejaremos reposar sobre una rejilla hasta que se enfríe o hasta que esté templada.
ALGUNAS ACLARACIONES:
Esta tarta la puedes comer fría de la nevera, a temperatura ambiente o bien un poco tibia y acompañada de una o dos bolas de helado de vainilla. De las tres maneras es increíble lo buena que está.
Cuando vayas a sellar la tapa de arriba con la de abajo, deja un poco de holgadura en la masa para poder darle una bonita forma a los bordes del Pie.