Nunca tuvo la necesidad de saber cantidades y tiempos
Términos como contrastes de sabores, no sabía ni lo que era
Cuando niña, en la etapa en la que todo se pregunta hasta la saciedad, aún la recuerdo trajinando en la cocina preguntándole "Mami, estás cocinando" y ella con una paciencia infinita pero sin hacerme mucho caso, como hablando para ella misma, contestar "No, cariño, estoy creando"
Puede parecer que el verbo crear en boca de una simple cocinera sonara muy grandilocuente
Yo que soy publicista y me paso la vida creando para los demás, no lo entendí hasta que pasaron muchos años
Si te parabas a escuchar a mi madre la hubieras comprendido. Ella siempre decía que le hubiera gustado tanto estudiar algo. Algo en lo que utilizara sus propias manos, eso la tenía fascinada
No tenía estudios, nunca tuvo esa oportunidad
Y entonces descubrió que ella podía "crear" lo que quisiera en su pequeña cocina
Un día, paseando, ella y yo, pasamos delante de una pastelería. Entre dos pasteles maravillosos había un cartelito diminuto en el que ponía "se hacen creaciones por encargo"
Pensándolo bien no era un cartel muy apropiado para una pastelería, a menos que el jefe pastelero también tuviera sus sueños...
A partir de ese día, ese trocito de cartón entre dos pasteles hizo que mi madre no volviera a cocinar
Ella creaba
Creaba platos maravillosos
No supe jamás sus secretos, nunca pudo enseñarme a pesar de mi insistencia
Todo eran: un puñado, una pizca, hay un ingrediente secreto, a ojo, unos minutitos, hasta que tú veas, ya lo notarás
Y así todo un sinfín de medidas imposibles de acertar si eres una negada total en la cocina
Es cierto que tengo varios cuadernos con recetas de mi madre para escribir un libro imposible
Nunca volví a probar platos como los que hacía mi madre, eso me entristece
Mi padre me solía decir "no molestes a tu madre, está creando" y a continuación me guiñaba un ojo
Mi madre consiguió lo que toda su vida quiso hacer, a pesar de su pequeña cocina y de no tener estudios
Creaba para su familia, creaba algo maravilloso cada día con sus manos
Y eso pocas personas pueden decirlo
Yo cocino, mi madre creaba
PD Cuento inspirado por Almudena Fernández Dorado
Para los amantes del arroz, una auténtica delicia
INGREDIENTES
Para el caldo
2 ñoras
3 ajos
4 cucharadas de tomate triturado
1 pastilla de caldo de pescado
600 ml de agua
Sal
350 g de arroz
6 ajos tiernos
500 g de chipirones
Azafrán
Sal
Aceite
ELABORACIÓN
Poner un poco de aceite en la cubeta
Menú Cocina
Freír los ajos pelados enteros y las ñoras
Retirar y reservar en un mortero
En el mismo aceite el tomate triturado
Sofreír un par de minutos
Añadir el agua y la pastilla de caldo
Dejar que hierva
Añadir las ñoras y los ajos majados en el mortero
Dejar hervir unos minutos más
Salar al gusto
Cancelar menú
Retirar la cubeta de la olla
Reservar
En otra cubeta poner un poco de aceite
Menú Cocina
Cuando el aceite esté bien caliente, saltear los chipirones
Retirar y reservar
Añadir los ajos tiernos
Saltear unos minutos
Añadir el arroz
Sofreír 2 minutos, removiendo
Añadir los chipirones y el caldo que teníamos reservado
En el mortero con un poco de caldo, majar las hebras de azafrán
Añadir al arroz
Remover
Cancelar menú
Menú Cocina 7 minutos
Despresurizar manualmente
Dejar reposar si fuera necesario, al gusto
Receta adaptada de Ben remenat