Además esta receta puede ser de aprovechamiento para no tirar esas fresas que tenemos en casa y que empiezan a ponerse blanditas sin que nadie se las coma.
Ingredientes:
.250 gramos de harina de repostería
.9 gramos de levadura en polvo
.10 fresas
.150 gramos de azúcar
.2 sobrecitos de azúcar vainillada (15-20 gramos)
.100 mililitros de leche evaporada
.3 huevos
.75 mililitros de aceite de girasol
.1 cucharada sopera de vinagre de manzana
.1 cucharadita de extracto de vainilla
.1 pizca de sal
Elaboración
Cascar los huevos en un bol y añadirles el azúcar blanca. Batir bien hasta que doblen su volumen. Si tenéis varillas eléctricas podéis utilizarlas para que os resulte más rápido y cómodo.
Añadir el aceite de girasol, la sal, el vinagre y el extracto de vainilla. Seguir batiendo hasta integrar todos los ingredientes.
Incorporar ahora la leche y volver a mezclar bien. Ahora es el turno de la harina y la levadura, añadirlas y seguir mezclando hasta conseguir una mezcla homogénea.
Verter la mezcla sobre un molde antiadherente o en un molde engrasado y enharinado.
Lavar las fresas, retirarles las hojitas y abrirlas por la mitad. Colocarlas sobre la masa del bizcocho. Espolvorear el azúcar vainillada.
Meter al horno, previamente calentado, a 180º durante unos 30 minutos aproximadamente. El tiempo de horneado también dependerá del tamaño del molde que hayáis elegido y de vuestro horno, así que sólo tenéis que pinchar el bizcocho y comprobar que ya está horneado cuando el pincho o cuchillo salga limpio.