Mira que hemos tenido días para que hiciera frío, pero no. El invierno se resistía a llegar, hasta que por fin, ahora ya en Marzo, se ha decidido a nevar, diluviar, y las temperaturas a bajar por debajo del cero.
Es por eso que sigue apeteciendo alimentarse a base de sopas y cremas calentitas, como esta crema de garbanzos y zanahoria, que está buenísima, es saciante y se prepara en un periquete.
He utilizado garbanzos de bote, pero si por ejemplo, os sobra un resto de cocido, esta crema es una opción genial para gastarlos, como también lo es la ropa vieja.
Ingredientes: (para 2 personas)
1 puerro
3 zanahorias
1 bote de garbanzos
pimienta blanca
tomillo
pimentón dulce
comino
agua
aceite de oliva
Elaboración
En primer lugar, lavamos el puerro, y lo cortamos en trozos gruesos como de 3 o 4 centímetros. Pelamos las zanahorias con un pelador. Las cortamos por la mitad longitudinalmente, y hacemos rodajas cada parte. Escurrimos el bote de garbanzos en un colador y los enjuagamos bajo el grifo.
En una olla ponemos unas cucharadas de aceite de oliva y doramos las verduras. En primer lugar el puerro, y cuando esté empezando a estar tierno, las zanahorias. Dejamos cocinar 5 minutos, removiendo de vez en cuando.
A continuación añadimos los garbanzos a la olla, y espolvoreamos por encima la pimienta blanca, el tomillo, el comino y el pimentón al gusto. Removemos bien y cocinamos 1 minuto más.
Vertemos ahora suficiente agua como para cubrir las verduras, rectificamos de sal y cocinamos con al olla tapada durante 20 minutos.
Cuando las verduras estén tiernas, apagamos el fuego y reservamos unos cuantos garbanzos y trocitos de zanahoria que luego utilizaremos para decorar la crema.
El resto de las verduras las pasamos con un cazo a un recipiente apto para usar la batidora, y las trituramos hasta conseguir una crema homogénea. No nos llevamos todo el agua que hemos usado para cocerlas, pero vamos añadiendo conforme la crema nos vaya pidiendo.
Volvemos a pasar la crema a la olla y calentamos durante un par de minutos. Servimos en los platos y decoramos por encima con los garbanzos y los trocitos de zanahoria cocidos que habíamos reservado. Espolvoreamos un poco de pimentón por encima.
Y ya tenemos lista para servir nuestra crema de garbanzos y zanahorias. Un puré suave, de sabor exquisito, vegetariano, fácil y rápido. ¡Qué más se puede pedir!
¡Que aproveche, Calderer@s!
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