Una pone esto en facebook y se organiza la de dios, vamos, que si me descuido tengo un día de estos a unos cuantos cienes en casa haciendo una degustación.
Pues, ¿sabéis qué? Que estáis todos invitados porque ahora que tengo un truco magnífico que me enseñó mi amiga Isa para liar las croquetas, ¡tardo un plis!
Os contaré el truco en el apartado "elaboración", pero siento deciros que no hay fotos. Esto es un llamamiento al papá de los cachorritos para que me haga de asistente la próxima vez y fotografíe el proceso. Aunque, visto el ritmo creo que serán los propios cachorritos quienes se encarguen de ello en breve: la cachorrita pequeña volvió a ayudarme con el decorado de las fotos aportando, en esta ocasión, una piruleta y varias pegatinas que veis al lado del plato.
¿Será que van presumiendo en el recreo en plan "mi mamá tiene un blog de cocina"?
Receta de las croquetas de cocido
Que, por cierto, no os he dicho que son mis favoritas y, además, vienen de maravilla para aprovechar los restos de la carne del cocido.
50 g. de aceite de oliva
300 g. de carne del cocido
(las sobras, es decir, carne ya cocinada). Nosotros usamos morcillo, pollo y, si somos capaces de apartarlo del ansia de los cachorritos, procuro guardar también algún trozo de jamón o chorizo para las croquetas.
1 litro de leche
200 g. de harina de todo uso
sal
pan rallado y huevo para rebozar.
En My Cook:
Desde que la tengo, siempre hago las croquetas con My Cook porque facilita mucho la labor, pero he estado toda la vida, hasta hace un par de años, haciéndolas a mano, así que os contaré también cómo prepararlas a la manera tradicional.
Echamos el aceite en la jarra y programamos 1 minuto, 120º, velocidad S (sofrito)
Incorporamos la harina para tostarla un poco antes de incoroporar la carne. Programamos 2 minutos, 100º, velocidad 3.
Añadimos la carne del cocido troceada (no hace falta que sea demasiado pequeña) y trituramos 1 minuto, 120º, velocidad 4.
Bajamos el alimento que haya podido quedar en las paredes de la jarra, vertemos la leche y ponemos a punto de sal. Programamos 5 minutos, 120º, velocidad 4.
Al terminar podemos programar otros 5 minutos sin temperatura y a velocidad 4 para enfriar un poco la masa. La volcamos sobre un recipiente con tapa y la dejamos enfriar antes de formar las croquetas.
Se puede dejar de un día para otro: si la conservas en el frigorífico estará un poco más dura y será más fácil de trabajar.
Formamos las croquetas con el truquito del que os hablaba antes:
Preparamos un plato con pan rallado y otro con el huevo batido.
Metemos la masa en una manga pastelera con la abertura grandecita (del tamaño que queramos las croquetas) y hacemos tiras de masa sobre el plato que tiene pan rallado.
Cortamos las tiras con la tijera, según el tamaño que queramos y ya sí, con las manitas (hay que mancharse un poco, sí) pasamos por pan rallado, huevo y pan rallado.
Y así, hasta terminar con la masa.
Forma tradicional:
Picamos la carne con la picadora o a mano. Reservamos.
Calentamos el aceite en una sartén. Añadimos la harina y la tostamos sin dejar de remover, para que no se queme.
Echamos la carne, mezclamos bien y vamos incorporando la leche poco a poco, removiendo constantemente para que no se hagan grumos y la masa vaya adquiriendo textura.
Ponemos a punto de sal.
La masa tendrá que hervir todo el rato, pero a temperatura baja, para que no se agarre. Para eso es importante, también, no dejar de remover en todo el rato.
Continuamos hasta que la masa adquiera la textura deseada.
Formamos las croquetas según el paso 6 anterior.Con las cantidades que os doy salen muchísimas croquetas. Os recomiendo congelarlas después de empanarlas porque tendréis un aperitivo listo en unos minutos, una cena deliciosa o un montón de croquetas listas para recibir a otro montón de amigos.
Os dejo algún otro aperitivo que se puede preparar para cuando se te llena la casa de gente sin enterarte:
Bombones de morcilla.
Palmeritas saladas.
Paté de anchoas.